Miguelito, el personaje de Ray Cruz, conmociona desde Europa: “No es Potrerillo, aquí todo funciona” (Video)

jueves, 31 de julio de 2025

Ray Cruz, el actor cubano célebre por su papel de Miguelito en “Al habla con los muertos”, ha causado gran impacto en redes sociales tras difundir un video caracterizado como su personaje en una urbe europea. En la grabación, Miguelito utiliza la ironía para contrastar las diferencias entre su Cuba natal y el entorno extranjero en que se encuentra, logrando un balance entre humor y dura crítica social.

“Estoy muy asustado porque esto no es Potrerillo”, señala el personaje, refiriéndose al vecindario marginal y desordenado que interpreta en la televisión cubana. Sorprendido, Miguelito resalta que las calles están impecables, la basura brilla por su ausencia y el transporte público pasa constantemente: un panorama totalmente ajeno a lo que vive el ciudadano común en la isla.

Con su acostumbrado estilo mordaz, lanza la interrogante que ha hecho reflexionar a muchos: “Ahora lo que tengo es una gran incertidumbre, que no sé si volver a Potrerillo o quedarme aquí, que hay comida en todos lados, hay luz, y no sé qué hacer. Por favor, díganme: ¿me regreso o me quedo?”.

El video no ha tardado en viralizarse, recogiendo cientos de comentarios de apoyo, risas y también mensajes serios de quienes reconocen en Miguelito un reflejo sincero de las dificultades diarias que enfrenta la gente en Cuba: falta de alimentos, apagones recurrentes, problemas crónicos de limpieza y transporte. Para muchos seguidores, el personaje se ha convertido en la voz popular de una sociedad marcada por la crisis, utilizando el humor como herramienta de denuncia.

Ray Cruz, quien lleva años encarnando a Miguelito, ha logrado dotar al personaje de una mezcla única entre inocencia, picardía y perspicacia, haciendo que la crítica resulte tan contundente como entrañable. Aunque el artista no reveló el país exacto donde fue filmado el video, el paisaje urbano y la eficiencia del transporte sugieren que podría encontrarse en alguna ciudad española, lo que da mayor realce al contraste.

La interrogante final del personaje, presentada como una broma, encierra en el fondo una preocupación real que comparten muchos emigrados: elegir entre regresar a la vida de necesidades en Cuba o quedarse donde existen servicios básicos garantizados. Detrás de la risa, la pregunta sigue abierta y profundamente vigente para miles de cubanos dentro y fuera de la isla.