Luis Alberto García retrata la odisea burocrática para obtener gasolina en Cuba: “A ustedes, los barrigones, bien lejos”

jueves, 24 de julio de 2025

El emblemático actor cubano Luis Alberto García se volvió tendencia en redes sociales tras relatar, con una mezcla de sarcasmo y enojo, el fallido intento que vivió para adquirir gasolina en La Habana. García, conocido por su estilo crítico y directo, compartió en sus plataformas sociales una experiencia que resume la frustración cotidiana de miles de cubanos ante los continuos cambios burocráticos en el proceso de venta de combustible.

Todo comenzó cuando recibió, a través de la aplicación estatal El Ticket, la notificación de que podía abastecer su auto con 40 litros de gasolina regular. Siguiendo los pasos requeridos, ya había registrado previamente los datos de su vehículo en la aplicación, tal como dicta la normativa vigente en medio de la escasez y el fuerte control estatal sobre los carburantes.

Luego de una larga espera de cerca de dos horas bajo el sol en el servicentro de 5ta Avenida y 112, y tras compartir con otros cubanos el sentimiento de hastío, llegó su turno. Con todo lo solicitado a la mano —mensajes de confirmación, código QR, carnet de identidad— se encontró con un inesperado obstáculo.

Los empleados le informaron que necesitaba, además, añadir el número de la licencia de circulación del vehículo al registro. Según le explicaron, esta modificación del proceso había sido notificada a través de medios de prensa oficialistas locales. García, visiblemente molesto, respondió con ironía, cuestionando si se le veía como habitual consumidor de los canales señalados.

La negativa lo dejó no solo sin combustible, sino también con la sensación de absoluta pérdida de tiempo y dignidad. El actor expuso la situación online mediante un mensaje enérgico, en el que lamentó la manera en que se empuja al ciudadano común a vivir estas “odiseas” y criticó duramente al aparato burocrático y a quienes, desde posiciones de poder, jamás enfrentan estos problemas porque siempre encuentran vías privilegiadas.

En su publicación, Luis Alberto dejó una frase contundente, dirigida a quienes considera responsables de estas realidades: “A ustedes, muchachones barrigones, bien lejos de mí y del pueblo”.

Este episodio va más allá de una anécdota personal; refleja un sistema que somete a los cubanos al absurdo y la desinformación, perpetuando la brecha entre los ciudadanos de a pie y la élite dirigente. García, con una vez más, se transforma en portavoz del malestar colectivo.