La actriz cubana Yany Prado y Omar Fierro arman fiesta caribeña improvisada en Ciudad de México

miércoles, 30 de julio de 2025

La Colonia Roma de Ciudad de México fue escenario de una inesperada celebración musical, cuando la cubana Yany Prado, conocida por sus roles en diversas producciones internacionales y su participación en Top Chef VIP, se unió a un grupo de músicos callejeros para regalar un momento memorable al público y a los usuarios de redes sociales.

La escena, difundida por el restaurante Delicias de Yuya a través de TikTok, muestra a una Yany auténtica, vestida elegantemente y con una taza adornada con la bandera cubana. Prado, con energía y naturalidad, interpretó «Lágrimas negras» al ritmo de los músicos, llenando el ambiente de aire caribeño y evocando recuerdos del Malecón de La Habana, pese a la distancia geográfica.

La fiesta se elevó aún más cuando Omar Fierro, conocido actor mexicano de telenovelas y programas como «Como dice el dicho» y «Amanecer», se sumó sin previo aviso al improvisado espectáculo. Entre aplausos, risas y móviles grabando, Fierro mostró su espontaneidad al bailar junto a la actriz, provocando ovaciones entre los presentes y haciendo viral el suceso en internet.

Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar: decenas de comentarios destacaron la autenticidad cubana de Yany, su entusiasmo y el carisma que demuestra fuera de los escenarios televisivos. Detalles como la taza cubana en su mano fueron interpretados por los usuarios como una expresión de orgullo y arraigo a sus raíces, resaltando esa identidad que Prado lleva consigo en cada aparición pública.

No es la primera vez que la artista es protagonista de gestos que conectan con la comunidad cubana dentro y fuera de la isla. En su paso por Top Chef VIP, Yany bautizó uno de sus platos con la icónica frase “Corre, cutú cutú”, evocando a la serie infantil «Los Papaloteros» y despertando sentimientos de nostalgia y pertenencia entre quienes la siguen desde el exilio o el propio país.

Lo ocurrido en la ciudad mexicana es una nueva muestra de cómo Prado transforma cualquier espacio en una fiesta cubana, mostrando que su arte y su simpatía pueden romper fronteras y acercar culturas a través de un simple acto callejero.