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William Hastings el pirata inglés que se quedó viviendo en Cuba

Muchos cubanos de la zona de Antilla en el oriente de Cuba aseguran descender del pirata inglés William Hastings, cuya leyenda, transmitida de generación en generación ha llegado hasta nosotros.

Cuentan que el célebre pirata había nacido en Inglaterra – aunque algunos aseguran que era de origen alemán – y se había residenciado en Nassau, que a comienzos del siglo XVIII era la meca de la piratería, aunque nominalmente se encontraba bajo el poder inglés.



Acostumbraba Hastings a asaltar los navíos españoles que navegaban al norte de Cuba y vendía el producto de sus correrías en Nassau; hasta que un día fue sorprendido por varios buques españoles que lo persiguieron y hundieron tras fiero combate frente a las costas de Cuba.

Fuerte y buen nadador el pirata Hastings se lanzó al agua y ganó la playa asido a unas tablas. Al conocer que había naufragado en la Península del Ramón, en la bahía de Nipe, recuperó el arrojo, pues en las cercanías había enterrado un gran tesoro.

Por un tiempo permaneció oculto en los bosques esperando recuperar las fuerzas para reclamar su tesoro. Una vez recuperado éste, el ladino pirata utilizó parte del oro en comprar a las autoridades españolas para que le permitieran establecerse en la Isla, pues sus ojos azules y cabellos rubios no habían pasado inadvertidos entre la indiada del lugar.

En los terrenos de Punta Salinas se instaló definitivamente y levantó una gran hacienda. Trajo a sus dos hijos Charles y Julián desde Nassau y se dedicó a vivir como un ciudadano respetable del Imperio Español.

Castellanizó su nombre a Don Guillermo e hizo levantar un pueblo para los numerosos esclavos y servidumbre que poseía. Impulsó las labores agrícolas y no dejó pasar la oportunidad de traficar con negros esclavos y practicar el comercio de rescate con los buques de las potencias enemigas de España.

Sus hijos se casaron con mujeres de influyentes familias españolas y sus descendientes llegaron a sumar unas 700 personas en Cuba, entre nietos, biznietos y tataranietos.

El habilidoso William Hastings falleció a una avanzada edad hace más de 170 años; pero su recuerdo aún perdura en la zona de Antilla, donde su nombre se convirtió en leyenda.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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