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Tres expresiones de origen español usadas por los cubanos

Son varias las expresiones lingüísticas que, aunque usadas ampliamente por los cubanos, no nacieron en el verde caimán, sino que fueron traídas a la Isla por los españoles en los tiempos de la colonia.



 “Se armó la de San Quintín” es una expresión empleada frecuentemente por los cubanos para describir una verdadera batalla campal. Y es que esta frase nació realmente en un épico enfrentamiento que ocurrió el 10 de agosto de 1557 en el viejo continente, cuando España y Francia luchaban por la posesión de territorios en la península Itálica.

En este encuentro bélico, que pasó a la historia con el nombre de la batalla de San Quintín, los vencedores fueron los españoles, pero fue una lucha sangrienta que ocasionó cuantiosas víctimas.

Así, los ibéricos comenzaron a usar la expresión “se armó la de San Quintin” para referirse a una gran trifulca y la trajeron a Cuba donde caló en el hablar de los criollos, afincándose para siempre.

“Estar en Babia” es otro dicho que también le regalaron los españoles a los cubanos; es frecuentemente usada en la Isla para referirse a una persona que esta distraída, ensimismada o perdida en sus pensamientos . “Estar en Babia” es también en Cuba, no haber estudiado para un examen y desconocer la materia que será evaluada. Pero… ¿cómo surgió esta expresión?

Babia es una comarca situada en la provincia León a la que los reyes iban a descansar, alejados de las intrigas y los problemas de la Corte. Cuando se decía que el rey estaba en Babia, se daba a dar a entender que la solución de los problemas pendientes debía esperar a su regreso. Con el paso de tiempo, esta frase también encontró terreno fértil para germinar en Cuba.

Son varias las expresiones lingüísticas que, aunque usadas ampliamente por los cubanos, no nacieron en el verde caimán, sino que fueron traídas a la Isla por los españoles en los tiempos de la colonia. -panoramio.com

Y… ¿quién no recuerda la expresión: “Quien fue a Sevilla , perdió la silla”? La cual los cubanos utilizan muchas veces para definir a la persona que se levanta y pierde el asiento o en ocasiones, a aquellos que se van y pierden una oportunidad. De hecho, pocos conocen que el dicho proviene de un arzobispo de Sevilla del siglo XV que intercambió su puesto con su sobrino, arzobispo de Santiago, pues este era incapaz de dominar las revueltas de la ciudad gallega; tras restaurar la paz, el tío quiso volver a Sevilla, pero su sobrino se negó en rotundo a cederle el puesto.

Y es que es la lengua el elemento vivo e inquieto del patrimonio intangible de esta Isla, que se nutre de la savia emanada de las raíces donde se sustenta la nacionalidad cubana.

Por: Alejandra Angulo Alonso

Escrito por | Redacción TodoCuba

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