fbpx

¿Sabía que hay un cubano en Estados Unidos que lleva ocho años elaborando rosarios para regalarlos a los desconocidos?

Toni Blanco, un cubano residente en San Diego, California, Estados Unidos, ha dedicado los últimos ocho años de su vida a elaborar rosarios que luego regala en la calle a los desconocidos. Un mensaje de amor que a sus 72 años quiere que continúe de manos de su nieto a quien está enseñando para cuando él no esté.



La afición por elaborar rosarios la adquirió en Cuba, en los años en que estudiaba con los Hermanos Maristas. Fue allí cuando observó al director de la escuela haciendo rosarios a mano y demostró tanto interés que el sacerdote decidió enseñarle cuenta a cuenta como realizarlos. Desde entonces, Toni Blanco no ha parado de elaborar rosarios; no para vender sino para propagar la oración y la devoción al Santo Rosario entre los fieles católicos.

«Se lo doy a quien esté frente a mí, yo no elijo a nadie en particular», dice el anciano que no puede precisar cuántos rosarios ha elaborado a lo largo de su vida. Son tantos y posee tanta pericia (puede elaborarlos en 40 minutos aún con los ojos cerrados) por lo que no puede calcular un total. Sin embargo, esto no le importa a Tony blanco, para quien lo importantes no es el número de rosarios sino las personas a las que les ha tocado el corazón con su humilde regalo.

La afición por elaborar rosarios la adquirió en Cuba, en los años en que estudiaba con los Hermanos Maristas

La mayoría de estos los ha entregado a los extraños que pasan ante la puerta de su parroquia, la iglesia de Corpus Christi de San Diego; pero también ha entregado su espiritual obsequio en restaurantes y hasta a bordo de aviones. Para ello siempre carga un par de rosarios para regalar a quien le indique su corazón.

Muchas son las historias que guarda de su peculiar afición; pero siempre recuerda una que para él fue especial y le convenció de lo importante de su labor: Se encontraba a bordo de un avión y elaboraba un rosario, cuando una azafata se le acercó y amablemente le preguntó qué era lo que hacía. Al llegar el vuelo a su destino se acercó a la mujer y le obsequió el rosario. En ese momento, y para su sorpresa, la azafata rompió a llorar agradecida.

Le explicó la azafata que semanas antes su madre había fallecido y ella había colocado en su féretro su único rosario, el que tenía desde niña: «Ahora vienes tú y me lo remplazas con éste, esta es una seña de mi Señor», le dijo.

La mayoría de estos los ha entregado a los extraños que pasan ante la puerta de su parroquia

«Si un rosario ayuda a una persona, nada más, ya mi misión está hecha». Dice Tony Blanco y no necesita más razones para continuar con su labor.

«Si todo el mundo rezara el rosario, no habría guerra, ni problemas en el mundo, porque el rosario se encarga de todo eso. Creo que rezando el rosario ayudas al mundo, a la gente, a ti mismo, y te acercas al Señor», afirma.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba