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“Pastorita tiene guararey conmigo…” la canción que popularizó Van Van y terminó en una bronca judicial por derechos de autor

 En los años 70 de la pasada centuria el desafortunadamente finado Juan Formell se apuntó un puntazo con el arreglo que hizo de un viejo tema oriental que decía «Pastorita tiene guararey conmigo, yo no sé por qué será…”. Y, aunque nadie tenía ni la más somera idea de que significaba eso de guararey todo el mundo se tiró a las pistas a arrollar.



La pieza que se ha convertido en una especie de himno para los bailadores cubanos le ha dado la vuelta al mundo varias veces tiene, como tantas otras, una historia detrás:

Relata la guerra que tuvo que sufrir su autor, el guantanamero Roberto Baute, por parte de Pastora Yuani Sayú, musa inspiradora, cuando esta se enteró que ese negro alto alto como un pino y con una labia shakesperiana le había engatusado a la hija. La mujer le armó tremendo “guararey”, pero como al final el amor siempre triunfa (o casi siempre) la muchacha no sólo se fue con el músico, sino que le parió dos hijos.

Pastora estaba que trinaba porque Baute era 20 años mayor que su hija y un muelero de arrastre al que no se le resistía ninguna mujer. Pero al final ante el hecho consumado (y bien consumado porque nacieron dos niños) tuvo que aprender primero a aceptarlo y después a quererlo.

Sin embargo, lo curioso del asunto es que cuando Van Van popularizó la letra el “guararey” terminó en los tribunales porque Roberto Baute aseguraba que había sido el autor; y su coterráneo Pedro Speck juraba que no, que había sido él.

Formell siempre dijo que a la primera persona que oyó el guararey fue a Speck, quien estaba de paso por La Habana, pero eso no era prueba de nada.

Finalmente los tribunales se pronunciaron y el 14 de junio de 1976 quedó legalmente establecido que el creador del guararey había sido Baute y que Speck estaba sólo tratando de pasar gato por guararey. Se procedió entonces a registrar su propiedad intelectual a nombre de Baute y Speck se quedó en esa.

En el juicio se demostró que Baute que era amigo de Speck (con amigos como esos…) le había dejado interpretar el guararey en un bailable del pueblo de Sigual y este ni corto ni perezoso, en cuanto vio el éxito de los Van Van salió con lo de … “ah, sí, es mía… bla, bla, bla”.

El testimonio de la anciana  Pastora Yuani Sayú fue determinante para hundir el caso de Speck. Si la misma Pastorita dejaba en claro que el guararey lo tenía con Baute… ¿quién iba a decir lo contrario?

Escrito por | Redacción TodoCuba

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