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Palacio de Junco, un museo que vale la pena visitar

El Palacio de Junco es uno de esos sitios emblemáticos de Matanzas al que no debería dejar de visitar el que llega hasta la Atenas de Cuba.

Construido en 1838 este soberbio palacete, hoy convertido en museo, fue la casa de vivienda de uno de los hacendados azucareros más ricos de la Isla, Don Vicente del Junco y Sardiñas, de quien heredara el nombre.



De sobrio estilo neoclásico el ahora museo del Palacio de Junco atesora un gran número de piezas de enorme valor histórico y cultural que atraen las curiosas miradas de los turistas.

Desde el manuscrito con la declaración de última voluntad de Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), el poeta injustamente ejecutado durante la Conspiración de la Escalera, hasta documentos, fotografías y objetos de las figuras más relevantes de la historia de Matanzas, atesora el Palacio de Junco.

Entre los objetos más curiosos que exhibe el museo se encuentran un collar aborigen realizado con dientes de foca, pieza única; y la barreta que manejaba el esclavo que por accidente descubriera las famosas Cuevas de Bellamar.

También se exhiben en el centenario Palacio de Junco una estatua del rey español Fernando VII, esculpida en mármol de Carrara por el genovés Ignacio Peschiera, encargada por el propio monarca español, y que es una de las mejores conservadas del mundo entre sus similares.

Pero si algo distingue a este museo de Matanzas entre sus similares de la Isla es la exhibición en el de la única momia cubana que se ha acreditado: la de Josefa Petronila Margarita Ponce de León, que encierra entres sus magras carnes un verdadero misterio farmacéutico.

El Palacio de Junco, guardián de los hallazgos arqueológico de la provincia de Matanzas es uno de los inmuebles más imponentes entre los que conforman la Plaza de la Vigía y el centro histórico de la ciudad de Matanzas, que fuera declarado como Monumento Nacional en el año 2013.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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