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Otras 200 mujeres cubanas denuncian violencia obstetricia en Partos Rotos

Unas 200 mujeres cubanas más se sumaron con sus testimonios al proyecto independiente Partos Rotos que recoge las malas experiencias de las madres cuando dan a luz en la Isla y en otros procedimientos médicos.

Hace cinco días presentamos el Proyecto Partos Rotos una investigación que además de incluir varios materiales periodísticos logró recoger 514 cuestionarios sobre experiencias de parto en Cuba. Y con la que demostramos que la violencia ginecostétrica es sistémica en el país dijo este martes la periodista Claudia Padrón Cueto en Facebook.



Cinco días después hemos recibido otros 200 cuestionarios más 114 de ellos llenados hasta el final. Más mujeres quieren contar lo que ha significado para ellas y sus bebés parir en Cuba y han confiado en nosotras para que siga creciendo esta investigación. Gracias a todas agregó.

Padrón llamó a más mujeres que han dado a luz en Cuba a contar cómo fue su parto en un cuestionario online que se puede rellenar en el siguiente enlace https://capir.limequery.org/571399

Claudia Padrón Cueto compartió varios testimonios de madres cubanas.

Te ignoraban cuando solicitabas algo como un recipiente para vomitar por ejemplo. Llegó una enfermera y gritó que allí no estábamos para dormir sino que para parir y que empezáramos a pujar cuando la que cierra los ojos es por agotamiento porque no puede más. Sentí miedo. Los médicos creen que son tus dueños y los de tu hijo sin dejarte tomar decisiones contó una cubana no identificada.

La verdad que las mujeres no saben a lo que se enfrentan. Es duro que una estudiante sea la que te reconstruya el cuello del útero y te lo deje con secuelas. Es duro que te apliquen maniobras para sacarte al niño como treparse en tu barriga. Es duro que te sientas tan sola porque nadie te acompaña que no tengamos una epidural ni derecho a un parto humanizado. Lo más triste es que estamos siendo violentadas y no lo sabemos porque el término de violencia obstétrica no lo conocemos. Parece lo normal pero no lo es agregó.

Otra cubana relató que estuvo en una sala muy alejada de preparto porque según ellos no estaba de parto. Luego corrieron conmigo en una silla de ruedas cuando rompí la fuente por todo el hospital. Entré a preparto por unos segundos y me tiraron en una cama. Me hicieron un tacto muy doloroso e invasivo innecesario. Luego me dijeron: párate y camina . Tuve que caminar hasta el salón. Allí me dijeron: súbete a la camilla a lo que respondí: si quieres me ayudas . Para la sutura después del parto me dijeron: no te vamos a poner anestesia porque ya estamos terminando .

Sólo me decían: puja súbete y bájate de la camilla. La episiotomía se demoró en sanar y un año después tuve que hacerme una reconstrucción. Semanas después del parto tuve un sangramiento mayor de lo normal. Se trataba de un desprendimiento de placenta que no eliminaron tras el parto apuntó.

Por malos procederes mi hijo sufrió una hipoxia que conllevó a su actual estado de salud con una parálisis cerebral y afectaciones a nivel motor. Quise terminar mi relación con el padre de mi hijo. Me aislé de todos comencé a tener pensamientos suicidas y deseos de acabar con la vida de mi bebé confesó una madre cubana.

Mi hijo aún hoy después de nueve años recibe terapias. A los cinco meses debutó con epilepsia al reaccionar a una vacuna con sus medicamentos y estuvo tres meses convulsionando hasta que dieron con el medicamento que toma el cual es extranjero y mi familia lo adquiere en el exterior. Mi hijo tiene una parálisis cerebral y no va a la escuela. Tuve que dejar de trabajar para cuidarlo y nos cambió la vida a toda la familia contó.

Por su parte una cubana apuntó que cuando pidió que le ligaran las trompas el doctor le preguntó que si su esposo estaba de acuerdo. Él tuvo que dar el consentimiento cuando hablaban de mi cuerpo y no del suyo. Eso es una violencia sobre el derecho de decidir sobre mi cuerpo .

Escrito por | Redacción TodoCuba

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