fbpx

Los cubanos: coleros profesionales

Todos los días por las necesidades cotidianas, vamos al agromercado, a la bodega, a la farmacia y a uno que otro establecimiento público para poder comprar lo que requerimos. Ahora dígame usted:  ¿Qué le parece el suceso de las colas (filas)?



Cuando usted asiste a las mismas debe pensar fuerte en tres cosas, primero: ¿Estás convencido en entrar en ella? ¿Cómo están los contendientes? ¿Y cómo me encuentro yo? Después de esa concentración, con el método de Stanislaski. Estás listo para la acción.

Hay colas que se las traen y no te llevas el producto. Pero también para que exista una cola como categoría social, existe su par o pareja “cuela” porque quien marca dice: _ Conmigo van tres y hasta cinco. Dada la competencia de la cola y la necesidad.

Para hacer una excelente cola debes tener cálculos matemáticos: la hora que te levantas para ser de los primeros, detrás de quien vas y quien va delante del que está delante. Si eres el último y se lo das a otro tienes que responder por ese que te pidió cola y va a dar un bojeo por ahí a ver como avanza en otras cuestiones y te conviertes tú en un custodio de colas.

Pero también se perdió eso de uno detrás del otro. No eso no existe. Ahora es uno al lado de cinco, detrás de igual número y seis o siete al lado del otro. Son nudos de barco. Entonces para relajarse empiezan los cuentos que si capa de ozono, que si el cumpleaños de quince, el precio de los productos, la cola para las íntimas, lo que le pasó a fulanito y menganito.

Yo estaba en una cola de la cajita digital, que salen de pronto a la venta y entonces: _ haces una cola afuera, después haces una cola donde pagas, caminas por el lugar, que es un laberinto y después haces otra susodicha donde te prueban la cajita. Todas independientes. Es todo un proceso o prueba a la paciencia.

Bueno te cuento que llegué a la Yarda, necesitado de arroz. Vi un molote que para que. Escuché una música y pensé que había pasado a discoteca el lugar. Por cierto al acercarme más la música era de un auto. Entré y había venta de huevos, después de varios días de ausencia de este. Vendían en cinco puntos dentro de la tienda el huevo, dos files por personas. Las individuos tenían hasta cinco puestos marcados para irse por el que llegara primero.

Los coleros nos comportamos como en el atletismo hacemos arrancadas en falso y todo. Te cuento que iba para la cola del pollo por pescado, cuando doblo la esquina veo una cola morrocotuda, pensé que era para la papa y no, era para el pan. En eso dobló una rastra cargada de papas. Que clase corretaje se formó; pero no… ese tubérculo era para escuelas y centros de salud. Llevo tres arrancadas en falso y la cojo.

Y en ese batallar conoces de otras colas sonadas en los barrios de Junco Sur, Reyna, San Lázaro. Que si en la placita hicieron una jugada de offside, porque amanecieron más temprano vendiendo la papa y la gente no lo sabía. Esto también lleva organización para no enfermarse como dice “Pánfilo” y lleva cultura en el trato y la atención al cliente. ¿Me convertiré yo en “Colero profesional”?

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba