Lizeth, la voz del maní que se ha convertido en postal de La Habana Vieja (+ Fotos + Video)

jueves, 15 de noviembre de 2018

Si caminas por las calles de La Habana Vieja, lo más probable es que en algún punto el camino sea detenido por la voz de Lizeth Pérez, una alegre cubana que confiesa que siempre le gustó cantar.

Años atrás se desempeñó como educadora de Círculo Infantil y cantar con los niños era lo que más disfrutaba.

Esta peculiar mujer se ha convertido en uno de los personajes encantadores de nuestra ciudad y con su canto… Maní, maní…/ Si te quieres por el pico divertir/ Cómprame un cucuruchito de maní… alegra el día a todos con los que tropieza.

Cuenta que la idea de cantar surgió de una amiga suya que también era educadora de Círculo Infantil. Cuando ella le sugirió que promoviese su producto haciendo lo que amaba: cantar… se paró un poco tímida… y apenada tras una columna… mirando a ambos lados, nerviosa, comenzó a cantar bajito el famoso tema de “El manicero”.

En el momento en que inició su canto todo el mundo empezó a comprarle maní.

Según el etnólogo Miguel Barnet, constituye un capítulo importante del folklore cubano y es una expresión de la profunda riqueza poética y musical del pueblo de la mayor de las Antillas, refiriéndose al pregón, y esta habanera de ya 47 años de edad, se convirtió sin ser su objetivo en el punto de partida para el rescate de una de las tradiciones más antiguas de nuestro país.

Con su peculiar personalidad podemos verla dándole vida a un personaje que hace que imaginemos a un pregón de siglos anteriores.

Cuenta que andando cierto día por la Plaza de San Francisco de Asís un asesor de Eusebio Leal, historiador de La Habana, le pidió de favor que cantara al teléfono y grande fue su sorpresa al saber que estaba cantando para el mismo historiador.

Algunos días después se reunieron y él le propuso que se vistiera de blanco, se tapara el pelo y usara una cesta, y aunque al principio no sabía como iba a lograrlo, se lo propuso y así nació su personaje.

Hoy son 17 los trajes vinculados a la religión afrocubana que guarda, los cuales le han costado trabajo adquirir y siempre usa uno diferente, dependiendo de su estado de ánimo.

De carácter alegre y con la capacidad de contagiar a todo el que le rodea de esa alegría que le caracteriza está orgullosa de su trabajo, ama lo que hace, se siente realizada porque sabe que es una mujer que gusta y que vale. Feliz de saber que puede complacer a sus seres queridos.

Asegura que con este trabajo ha encontrado la tranquilidad espiritual, que para ella es lo primordial en la vida.

A pesar de todos sus logros ella siente que quiere más. Es feliz porque tiene muchas amistades y adora su trabajo porque la hace feliz, porque se ríe, pero su ambición es ser más que eso. Lo que más ella quisiera es que algún día se le diera la posibilidad de cantar en un teatro para así demostrar el talento que sabe que tiene.