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La trágica historia real de los americanos que murieron por hacer oídos sordos a las advertencias de un cura cubano

Al padre Benito Viñes lo conocieron en la segunda mitad del siglo XIX cubano como el “Padre Huracán”. No por revoltoso, pues este cura alto y delgado era de modales sosegados y tranquilos, sino por sus amplios conocimientos de Meteorología que le convirtieron en uno de los sabios más grandes de todos los tiempos en este campo. Los cubanos y las autoridades coloniales españolas lo tenían en alta estima y seguían sus recomendaciones al pie de la letra. Sin embargo, otros que no habían oído hablar de él siguieron sus propios instintos y pagaron cara su arrogancia.



Así sucedió en septiembre de 1876, cuando un poderoso huracán se movía en los mares del occidente de Cuba con rumbo a la Florida. El Padre Huracán envío el aviso al general de Marina a cargo del apostadero de La Habana, advirtiéndole del enorme peligro que el meteoro representaba para la navegación.

De inmediato el jefe militar dio la orden de cerrar el puerto y prohibir la salida de cualquier embarcación. Esto suscitó una fuerte protesta del capitán del vapor Liberty de bandera estadounidense que reclamó el derecho de partir inmediatamente. El general español le enseñó entonces el aviso del padre Viñes; a lo que el norteamericano le replicó que un cura no era la persona “más calificada” para determinar quién podía o no echarse a la mar o cómo sortear el peligro del huracán.

Este es un Aviso de Huracán más elaborado por el Padre Viñes publicado como suelto URGENTE para ser distribuido de inmediato, el 10 de octubre de 1876.

Al funcionario español no le quedó más remedio que permitir que el vapor Liberty abandonara la bahía, no sin antes hacerle firmar a su capitán un documento en el que reconocía su completa responsabilidad en esa decisión.

El Liberty enfiló hacia la boca del puerto y se perdió de vista con rumbo norte. El potente huracán lo sorprendió en el Estrecho de la Florida y el buque su hundió.

Entre los muertos no se contó un solo cubano. En cuanto estos se enteraron del aviso del Padre Huracán prefirieron quedarse en tierra. Algo que debió hacer el arrogante capitán norteamericano que condenó a muerte a toda su tripulación y perdió su propia vida por culpa de la soberbia.

Fuente:  On Cuba

Escrito por | Redacción TodoCuba

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