La tortuga flotante de Cuba

domingo, 8 de octubre de 2017

El Parque Nacional Jardines de la Reina, al sur de las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, es un punto ideal para la pesca y el buceo internacionales en Cuba. A pesar de los graves daños sufridos por el paso de huracán Irma en esta zona se trabaja de manera permanente para recuperar los lugares de disfrute.

Allí se desarrolla un programa de turismo especializado muy acogido por visitantes italianos, canadienses, rusos, checos e ingleses, quienes despiertan gran interés por la modalidad de vida a bordo. Ese conjunto de ínsulas, situadas en la costa sureña, está rodeado por corrientes marinas y un rico arrecife coralino donde habitan especies de quelonios. Además, es el principal sitio de desove de las cuatro especies de tortugas marinas de Cuba. Sus fondos marinos guardan gran variedad de especies coralinas -abanicos, esponjas, gorgonias-, algas, coral negro, moluscos y crustáceos, los que constituyen un gran atractivo para los turistas foráneos.

Con unas 17 embarcaciones para la pesca y 50 puntos de buceo en todo el litoral sur este Parque Nacional cuenta además con un hotel flotante: El Tortuga , único en su tipo y  que permite a los buceadores de explorar los Jardines De La Reina.

Un alojamiento atípico para un destino singular, lejos de las zonas turísticas y las aglomeraciones. Tortuga es un hotel flotante, y en algunas características se puede asemejar más al alojamiento a bordo de un barco, pero al permanecer fijo en un punto la operativa es más parecida a un pequeño hotel.

Dispone de ocho habitaciones reformadas. Dos de estas son dobles de camas separadas; cuatro triples, de cama individual y dos en litera; y dos cuádruples, con dos literas. Todas ellas están equipadas con baño privado y cuentan con aire acondicionado independiente. La tripulación tiene una experiencia superior a 10 años en esta remota zona, y la dirección de la operación está en manos de dos directores italianos. El régimen alimenticio es de pensión completa y se ofrece un programa de 15 inmersiones. Dado que los traslados desde el puerto de Júcaro son los sábados, las estancias están establecidas en 6 noches, regresando los viernes a La Habana.

La cubierta de proa y la de popa ofrecen lugares perfectos para relajarse y gozar de los aperitivos con pizza, cocteles, o quizás un cigarro cubano antes de la cena. Si en algún momento  buscabas el lugar perfecto para explorar el fondo marino cubano, creo que al leer esto lo has encontrado.