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La misteriosa “conexión cubana” de Lee Harvey Oswald, el asesino de Kennedy

La tarde del 22 de noviembre de 1963, Lee Harvey Oswald, cargó su fusil Carcano M91/38 de 6,5 milímetros y desde un sexto piso disparó tres veces al presidente John F. Kennedy que se trasladaba en un descapotable por las calles de Dallas. El prodigio de puntería de Oswald al acertar dos disparos a un blanco en movimiento sería uno de los misterios que desataría las teorías de la conspiración. Una de ellas apuntaba a una posible “conexión cubana” del asesino del presidente.



Cuando aún no había cumplido los 20 años el asesino se había embarcado con rumbo a la Unión Soviética, pues era un seguidor confeso del comunismo de ese país. Allí averiguó cómo podía obtener la ciudadanía soviética e incluso se presentó en la embajada estadounidense para hacer dejación de la suya.

Se casó con Marina Prusakova, una joven soviética de 19 años, con la que después regresó a Estados Unidos. Nadie sabe con certeza que pasó con Oswald en la Unión Soviética, pero muchos consideran que allí se radicalizaron sus posturas y su desprecio hacia su país natal.

Menos de un mes antes del magnicidio de Dallas, Oswald visitó México, donde comentó a algunos su intención de visitar Cuba que ya se había convertido en aliado cercano de la Unión Soviética (aunque las relaciones entre La Habana y Moscú no atravesaran, precisamente, por su mejor momento tras el retiro de los misiles nucleares de la Isla).

En Ciudad México solicitó una visa de tránsito en la embajada cubana para visitar la Isla mientras se dirigía a la Unión Soviética. Sin embargo no emprendió el viaje y regresó a los Estados Unidos.

Estos encuentros con agentes cubanos y soviéticos en México hicieron creer a algunos que el gobierno de La Habana pudo haber organizado el asesinato de Kennedy. Sin embargo, otros opinan que Fidel Castro no tuvo nada que ver – pues Cuba y Estados Unidos estaban en camino de alcanzar un modus vivendi – y que fueron los emigrados cubanos (indignados con la “traición de Kennedy” los que fraguaron el magnicidio).

Está probado, por documentos desclasificados, que varios agentes de la CIA de origen cubano, tuvieron contactos con Oswald durante los meses que precedieron al asesinato de Kennedy.

La acusación de que fueron los exiliados cubanos los que planificaron el atentado contra el presidente de Estados Unidos la lanzó el gobierno de La Habana a las pocas horas de haber ocurrido el asesinato. Para las autoridades de la Isla estaba claro que el magnicidio había sido el producto una conspiración urdida por los sectores de la extrema derecha de Estados Unidos de acuerdo con el exilio cubano para culpar a Cuba e invadir la Isla.

Sin embargo, a casi 60 años del crimen de Dallas, ninguna de las teorías conspiratorias ha podido ser probada y el único que podía haber aclarado el crimen, Lee Harvey Oswald, fue asesinado en custodia sin que pudiera arrojar luz sobre el mismo.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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