¿La Macorina era un hombre charanga?

jueves, 1 de agosto de 2019

La leyenda del conocido Lorenzo Romero Miñoso (1880 – 1968). La Macorina,  viene acompañada de grandes glúteos, accesorios de mujer y un famoso pañuelito.

Según las historias populares, desde el año 1912, Lorenzo Romero no se ausentó de los desfiles de Bejucal y sus charangas, cuya celebración es una tradición en Mayabeque.

La Macorina pertenece a los recuerdos de muchos bejucaleños que como Ibrahim Cabrera, la vieron cuando eran niños. “Todo el mundo quería saber por qué ese personaje que no era de Bejucal venía para acá, se pasaba el día en casa de Jesús Felipe y a las 5 de la tarde salía ella vestida con sus glúteos grandes, los senos, la sombrillita y una careta sin sonrisa que solo te dejaba ver por los costados, el rostro real de la persona”.

La verdad sobre Lorenzo. La Macorina

Lorenzo cuenta la historia era un obrero de la construcción en La Habana Vieja.

Quien durante su jornada sufrió un accidente y este suceso  lo dejo inválido.

A partir de ese momento, prometió a la Caridad del Cobre:

Que si lograba caminar otra vez, estaría en las Charangas de Bejucal con el disfraz femenino.

Según reseña la revista cubana La Calle del Medio, fue así que la Macorina se convirtió en una especie de mito de las festividades.

Dicen, que ni los hijos sabían el secreto de aquel personaje que su padre interpretaba cada año como parte de las Charangas de Bejucal.

Poco a poco se convirtió en un símbolo y todavía hoy participa en los festejos.

Lorenzo Romero Miñoso murió en 1968, cada año alguien que se disfraza con prominentes glúteos, atuendos de mujer y agita un pañuelito para atrapar la atención de los hombres.

La Macorina forma parte esencial de las Charangas, y cada año desfila por las calles del pueblo, como parte de la tradición más arraigada en Bejucal.