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La leyenda cubana de la Luz del Piojillo que cuentan vigila un enorme tesoro en plata y oro

En Cuba abundan las leyendas sobre misteriosas luces que se les aparecen a los viajeros en la noche (La más famosa de todas es la de la luz de Yara). En la región de Báguanos, en el oriente de la Isla se cuenta la de la Luz del Piojillo, que aseguran los vecinos de la zona marca el lugar donde se encuentra enterrado un fabuloso tesoro en plata y oro.



Cuentan que al comienzo de la colonización española tres ricos estancieros, temerosos de una banda de indios apalencados conocidos como “los 21”, decidieron huir de la región de Báguanos con rumbo a la villa de Bayamo cruzando los bosques que cubrían la región.

Auxiliados por negros esclavos y un grupo de indios sumisos, los hacendados cargaron sus posesiones más valiosas, entre las que se contaban varios cofres con oro y plata. Rompiendo monte trataron de abrirse paso hacia Bayamo en rápida huida, pero los esclavos y los indios, agotados por el esfuerzo se negaron a seguir avanzando si antes no descansaban.

Temerosos de ser sorprendidos por los 21, los tres estancieros obligaron a los esclavos negros y los indios a punta de arcabuz a cavar un profundo foso en el que colocaron el oro y la plata. Inmediatamente después abrieron fuego contra los desarmados sirvientes que fueron sepultados junto al tesoro para que nunca pudieran revelar su posición.

Retomaron entonces el camino hacia Bayamo, pero no habían avanzado una decena de metros cuando los 21, alertados por los disparos los sorprendieron y cargaron contra ellos. Apresados por los indios rebeldes los españoles fueron ahorcados en las ramas de un roble. Los indios los amarraron a los caballos e hicieron correr a las bestias loma abajo arrastrando a sus amos. Días después los cuerpos fueron hallados por los vecinos de la zona.

Trece de los apalencados fueron capturados y ejecutados por las partidas que despacharon los españoles en su búsqueda, de los otros ocho nunca se supo nada más.

El tesoro nunca fue hallado y desde entonces, cuentan los vecinos, numerosas luces se observan en la zona.

Estas son las almas de los estancieros, que buscan inútilmente su tesoro enterrado y atemorizan a todos los que intentan llegar a él; a pesar de que otras luces, las almas de los esclavos negros y sirvientes indios ejecutados se les aparecen a los campesinos tratando de guiarlos al tesoro.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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