fbpx

La historia oculta tras la Piscina de Monsieur Claude, punto de encuentro de los enamorados matanceros

En la bahía de Matanzas existe una poceta que ha devenido punto de encuentro de los enamorados y que todos conocen como la Piscina de Monsieur Claude. Sin embargo, la mayoría de los que acuden a darse baños y besitos a escondidas en el lugar desconocen que visitan los restos del que fuera uno de los inventos más revolucionarios del siglo XX.



Sucede que allá por 1930, un francés llamado George Claude, que había correteado medio mundo buscando la disposición idónea para un invento que traía entre manos desembarcó en Matanzas. Quizás cansado de tanto buscar, o creyendo en verdad haber hallado las condiciones ideales en las costas de la Atenas de Cuba se dispuso a montarlo allí.

Se trataba nada más y nada menos que de la primera planta termo – marítima del mundo; capaz de producir electricidad casi a coste cero.
El francés recibió el apoyo entusiasta del comercio, la industria y hasta los obreros de Matanzas y en poco tiempo su planta estuvo en funcionamiento. Era capaz de producir 338 kw diarios de energía eléctrica sin consumir apenas combustible.

Los dueños de las fábricas se afilaron los colmillos antes las perspectivas que se abrían ante ellos y todo parecía ir viento en popa para el francés, hasta que apareció un ciclón y desguabinó toda la planta.

Convencidos los matanceros que los ciclones no iban a dejar de pasar por Cuba por más que levantaran una y otra vez la planta termo marítima de Monsieur Claude, perdieron interés en el proyecto y con el paso de los años todos los vestigios desaparecieron por completo, con excepción de la poceta que devino en sitio de encuentro de jóvenes enamorados y que todos llaman Piscina de Monsieur Claude, aunque no tengan la más mínima idea de quién fue este señor que quiso revolucionar la industria en Cuba.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba