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La historia detrás de la frase que usamos en Cuba: Como Pedro por su casa!

Desde hace varios años atrás es frecuente oír la expresión “Ese entró como Pedro por su casa”, en todas partes. Repetida por los adultos y ancianos fue por la que muchos niños llegaron a preguntarse quién sería aquel tipo del que todos hablaban a menudo.



El modismo, “Como Pedro por su casa” suele usarse cuando alguien llega a un sitio nuevo (un trabajo, una ciudad) y enseguida se conduce allí como si lo conociese de toda la vida. Pero usted sabe: este dicho se emplea sobre todo con sentido peyorativo para referirse a la persona que, en un lugar que no es de su propiedad, se comporta con tanta soltura y descaro como si estuviese en su propia casa.

Da a entender que el tal Pedro era un confianzudo y fresco con visos de arrogante, acostumbrado a saltarse los libretos de educación y mesura que exigen lo desconocido y lo ajeno.

Es imposible saber con certeza quien fue este peculiar personaje, el tal Pedro. Hay quienes lo identifican con Pedro I de Aragón. Así, entrar “como Pedro por Huesca” se refiere a la escasa resistencia que tuvo este rey al tomar esa ciudad. Otros se aventuran a la posibilidad de que aluda al mismísimo San Pedro, a quien Jesús otorgó las llaves del Cielo y de la Tierra y es la primera piedra de la Casa de Dios. Sin embargo, tal parece que donde dice Pedro puede decir José, Juan o Raimundo.

Un antiguo refrán rezaba: “Algo va de Pedro a Pedro”, y significaba que existen diferencias incluso entre los que parecen iguales. Otros dos, casi olvidados a estas alturas, sostenían: “Viejo es Pedro para cabrero” y “Bien se está Pedro en Roma, aunque no coma”.

O sea, que el nombre de marras no hace sino personalizar a un individuo cualquiera, habituado a moverse “como pez en el agua” en todas partes.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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