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La gaviota negra: La leyenda maldita del ave inmortal que sobrevuela la ciudad de Matanzas

Tras el correr de las aguas del río San Juan se esconde la historia de Julia Rosa, una joven de piel canela y enormes ojos verdes, cuyo único delito fue poseer un curioso parecido con Don Sebastián, un acaudalado solterón del pueblo.



Cuenta la leyenda que por el año 1795, el destino quiso que Julia Rosa conociera y se enamorara de Felipe, sobrino de Don Sebastián y único heredero de la fortuna familiar. Pero el amor que nacía devenía en amenaza para las aspiraciones de Rosario, madre de Felipe, quien temía al ser probada la paternidad de su hermano sobre la muchacha, fuese dividida la herencia a favor de Julia Rosa, quedando Felipe desprotegido.

El anciano Tata Mongo, un esclavo reconocido en Matanzas por su condición de brujo y su pacto con dioses africanos, acudió al llamado de Rosario para que pusiera fin al conflicto.

Entrada la noche, el Tata se presentó ante Julia Rosa con un dulce de coco que la joven comió, al tiempo que escuchaba sobre embrujos que transformaban a mujeres en animales inmortales. Al amanecer, la bella muchacha de ojos aceituna había desaparecido.

Don Sebastián enloquecía por la noticia mientras Felipe no encontraba consuelo. María Teresa, abuela de la joven y vieja esclava, les había contado sobre el hechizo de Tata Mongo para convertir a su nieta en ave.

A orillas del río San Juan lloraba Felipe su pena. Una tarde una gaviota negra con enormes ojos verdes y una profunda mirada humana, voló cerca de él. A los pocos meses, el dolor por la pérdida de su amada y la obsesión por alcanzar la gaviota negra, terminaron con su vida.

Algunos pobladores de Matanzas narran que la inmortal gaviota todavía sobrevuela la ciudad, protegiéndola de los hechizos y maleficios que atentan contra los amantes.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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