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La curiosa historia de la vaca que murió aplastada por una nave espacial estadounidense en Cuba durante la Guerra Fría

El único ser vivo que vio el fin de sus días durante la Guerra Fría porque le cayera encima un trozo de una nave espacial en la frenética carrera por la conquista del cosmos entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue una vaca cubana.



Este desafortunado cuadrúpedo pastaba tranquilamente en predios de la oriental provincia de Holguín cuando el 30 de noviembre de 1960 un trozo de cohete fabricado en Estados Unidos la dejó pegada al piso como una calcomanía.

El enorme cohete espacial había despegado desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida con la misión de poner en órbita dos satélites y aventajar a la Unión Soviética en la frenética carrera que disputaban las dos grandes potencias por el dominio del espacio.

A los pocos minutos de haber despegado, unos campesinos holguineros que trabajaban su parcela, ignorantes de la Guerra Fría y todos sus andariveles sintieron un extraño silbido que pasó sobre sus cabezas y a continuación varias explosiones.

Los infelices guajiros quedaron petrificados al ver como a su alrededor comenzaban a llover fragmentos de metal incandescentes. Tras el momento de terror inicial corrieron por sus vidas buscando donde refugiarse, olvidándose de una pobre vaca que estaba en el lugar y que luego encontraron con la cabeza destrozada por un fragmento del cohete made in USA.

Informadas las autoridades cubanas que ya no andaban en buenas con su vecino del norte, creyeron que se había tratado de un bombardeo y enviaron el ejército hacia el lugar. Los militares lograron recuperar numerosos fragmentos de metal, así como todo tipo de piezas casi íntegras del motor del cohete que se había desintegrado en el aire; varios de ellos enterrados a varios metros por la fuerza del impacto.

El gobierno de Estados Unidos hizo pocos comentarios sobre el suceso y sólo comunicó que, tras haber lanzado el cohete perdieron el control del mismo y este explotó sobre Cuba.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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