La belicosa historia del Santísima Trinidad, el buque de guerra más grande del mundo (y que se construyó en Cuba) (+ Video)

martes, 7 de agosto de 2018

El buque de guerra más grande y pavoroso de la segunda mitad del siglo XVIII fue el Santísima Trinidad, que se construyó en 1769 en el Real Arsenal de La Habana.

Tenía 220 pies de eslora, 58 de manga, cuatro puentes, desplazaba 2 153 toneladas y su tripulación era de 1 115 marinos. En sus primeros años cargó 120 cañones que luego aumentaron a 140. Construirlo demoró dos años y costó 40 000 ducados. Por su colosal tamaño a este buque, insignia de la armada española, se le conoció como “El Escorial de los Mares”.

Durante la Guerra Anglo Española (1779 – 1783) tomó parte en las operaciones del Canal de la Mancha y en 1780 atacó un convoy británico de 52 naves que huyeron ante la presencia del Santísima Trinidad y sus acompañantes, capturando los españoles un preciado botín.

Su accionar con la armada fue exitoso por casi 30 años, hasta que España decidió aliarse con la Francia de la revolución. Ahí comenzaron sus desgracias.

En la batalla del cabo de San Vicente el 14 de febrero de 1797 quedó muy maltrecho y con vías de agua. Llegó incluso a arriar la bandera para rendirse, lo que fue impedido por el capitán de navío Cayetano Valdés que al mando del Infante Don Pelayo acudió en su socorro e incluso amenazó con cañonearle si se dejaba abordar por los británicos.

Ocho años después, el 21 de octubre de 1805, intervino en la batalla de Trafalgar en la costa sur de Cádiz. Como en el enfrentamiento de San Vicente, era el buque mejor artillado y el único con cuatro puentes, pero de nada le sirvió.

Varios navíos ingleses se unieron para atacarle y lo averiaron. Aunque la artillería del Santísima Trinidad logró desarbolar el Victory del almirante Nelson, los británicos consiguieron abordarla en el tercer intento y capturarla.

Los británicos intentaron remolcar el Santísima Trinidad a Gibraltar para copiar su construcción única, pero fueron sorprendidos por una tormenta. Entonces incendiaron la nave y la abandonaron.