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Hoyo del Pilón, una fantástica aventura que no debes dejar de realizar si visitas Trinidad

La colonial Trinidad es uno de los destinos preferidos de los que visitan Cuba. Sus estrechas calles, sus mansiones, templos y palacios casi montan a los viajeros en una máquina del tiempo que los remonta a la vida de una primitiva villa cubana. Sin embargo, en las cercanías de la ciudad se encuentran también maravillas, estas de carácter natural como el Hoyo del Pilón, que constituyen el complemento perfecto para el turismo.



Al Hoyo del Pilón se puede llegar por medios propios o formando parte de alguna de las excursiones organizadas que las agencias de turismo ofrecen en Trinidad.

Se parte a caballo desde el mismo centro histórico de la villa bajo la tutela de un guía. Este conduce al grupo al Sendero del Hoyo del Pilón, donde se suceden imágenes impactantes de antiguos ingenios azucareros en ruinas, y restos de barracones de esclavos, junto a los típicos bohíos de los campesinos cubanos construidos con tablas de palma y guano. Todo el paisaje representa la oportunidad perfecta para los amantes de la fotografía.

Al Hoyo del Pilón se puede llegar por medios propios o formando parte de alguna de las excursiones organizadas

En una de estas humildes viviendas se detiene la comitiva para disfrutar de un jarro con café bien fuerte y un tabaco cubano manufacturado allí mismo. Para mitigar un poco el calor tropical, un poco más adelante, en otra vivienda campesina se puede beber guarapo de caña o agua directamente desde un coco recién cortado.

Al final de este recorrido que para la mayoría de los excursionistas ya ha resultado maravilloso y mágico, se reserva lo mejor: el Hoyo del Pilón, un pequeño paraíso natural de pequeñas cascadas que descienden desde el Escambray para alimentar las aguas de un cristalino río.

Mientras los viajeros disfrutan de un baño en las piscinas naturales del río los campesinos les deleitan con la música tradicional cubana al compás de bongós, maracas y guitarras.

El convite termina a lo cubano con una comida criolla en la que reina su majestad el lechón, tanto en masa frita, carne asada como en chicharrón.

Al final, el Hoyo del Pilón es el complemento perfecto para Trinidad, pues le aporta el sabor campesino de una villa que siempre vivió de la tierra.

El convite termina a lo cubano con una comida criolla en la que reina su majestad el lechón

Escrito por | Redacción TodoCuba

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