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Hemingway y Cuba: un amor que prevalece

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El afamado periodista y escritor norteamericano, Ernest Hemingway, llegó a Cuba en el año 1929 , y lo de él con la Isla fue amor del bueno. Él mismo lo declaró: «Amo este país y me siento como en casa», lo que el no sabía entonces es que el país también lo amó y aún lo ama.



Ernest Hemingway, autor de «El viejo y el mar» pasó más de veinte años de su vida en Cuba. Allí desarrolló gran parte de su obra «Yo siempre tuve buena suerte escribiendo en Cuba», explicó el escritor en una carta a un amigo. «Donde un hombre se siente como en su casa, aparte del lugar donde nació, ése es el sitio al que estaba destinado», escribió en otra ocasión, haciendo clara alusión a su sentido de pertenencia respecto a Cuba. 

Ciro Bianchi Ross, un periodista estudioso de la vida de Hemingway en Cuba, lo resume: en Cuba «hizo amigos perdurables, bebió y compartió su trago con los pescadores de Cojímar e, incluso, inventó un daiquirí especial que lleva su nombre»

En Cuba, Hemingway escribió «El viejo y el mar», la obra que le valió el tan preciado premio Pulitzer y le dio la fama que lo llevó a ganar el Premio Nobel.

La huella de Hemingway en la Isla no se limita a la obra que desarrolló allí. Dejó también testimonio físico de su vida en Cuba, como la Finca Vigía, lugar en las afueras de La Habana en el que vivió por muchos años. Detenida en 1939, y que hoy en día funciona como Museo Ernest Hemingway. En su habitación de hotel se encuentra en exhibición su máquina de escribir con una hoja de papel, sus anteojos y un lápiz en una urna. Además de muchos otros artefactos que formaban parte del día a día del escritor. Bares también alardean de ser los de predilección del norteamericano y alguno expone incluso una estatua de Heminway inclinado en su barra. 

Se sabe que Hemingway dejó la Isla el 25 de julio de 1960 y se suicidó un año después. Sobre los motivos de su partida, existen diversas teorías que van desde presiones de su país, hasta desacuerdos con el régimen cubano. Lo que se sabe a ciencia cierta es que a pesar de su desaparición física, Hemingway vive por siempre en todos los rincones de Cuba que hizo suyos. 

Fuente: El Comercio

Escrito por | Redacción TodoCuba

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