Francisco Fonseca el famoso hombre de los tabacos que puso toda su fortuna al servicio de Cuba

viernes, 24 de agosto de 2018

Francisco Fonseca es uno de los rostros más conocidos para los que se dedican a coleccionar vitolas y cajas de tabaco, pues su rostro sereno de abundante barba y bigote al estilo francés adornó las famosas cajas de puros Fonseca durante los años finales de la última década del siglo XIX y los primeros decenios del XX. Pocos conocen, sin embargo, que este hombre de porte adusto y desaliñado fue un desinteresado y ferviente patriota que puso toda su fortuna al servicio de la libertad de Cuba.

Inconforme con la Paz del Zanjón, emigró a los Estados Unidos y en 1886 se estableció en Brooklyn primero y luego en Nueva York, donde se vinculó con los clubes revolucionarios que trabajaban por la independencia de Cuba.

Industrial hacendoso y conocedor de la industria del tabaco estableció en 1891 una gran fábrica de puros que pronto alcanzó la fama con la marca Fonseca.

Mucho, y con justicia, se ha hablado del aporte de los humildes tabaqueros a la independencia de Cuba, pero poco de los industriales como Juan Fraga y Francisco Fonseca que al conocer a José Martí también pusieron a su disposición todo lo que poseían. Juan Fraga murió pobre sin ver a Cuba libre y Fonseca estuvo a punto de correr la misma suerte, pues se calcula que entregó a las arcas del Partido Revolucionario Cubano la fabulosa suma de 50 000 pesos oro, toda una fortuna para la época.

Al término de la dominación regresó a Cuba en bancarrota casi total. En La Habana volvió a establecer su fábrica de puros y relanzó su marca.

Dicharachero y bohemio fue una de las figuras más populares de principios del siglo XX en Cuba, querido y respetado por todos los que le conocieron.

Murió el 23 de octubre de 1929 poco antes de que su fábrica quebrara, arrasada por la pavorosa crisis económica de los años 30.