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El extraño caso del vicepresidente de Estados Unidos que juró su cargo desde Cuba

Uno de los casos más insólitos que recoge la historia de los cambios de gobierno en Estados Unidos es el del juramento del cargo del decimotercer vicepresidente de los Estados Unidos William Rufus King en 1853. El político estadounidense se encontraba recuperando su salud en una hacienda matancera, por lo que asumió esa responsabilidad en Cuba y no en los Estados Unidos.



William Rufus King viajó a la mayor de las Antillas invitado por su conciudadano William Scott Jencks, un hombre de negocios asentado en Matanzas. Fue recibido por Scott en la casa que poseía en el reparto Versalles, donde pasó unos días y luego, por prescripción médica se trasladó al ingenio Ariadna en las afueras de Limonar para que los aires limpios del lugar purificaran sus pulmones.

El Ariadna era propiedad de otro amigo del político estadounidense, Juan Chartrand-Dubois (padre de los excelentes paisajistas Esteban y Felipe Chartrand). Allí, en compañía de sus sobrinos y sus sirvientes encontró la tranquilidad necesaria y el clima ideal para recuperar su maltrecha salud minada por la tuberculosis.

Dos días después de la muerte del presidente Zachary Taylor, el 11 de julio de 1850, King fue nombrado presidente del Senado lo que lo colocó en la línea de sucesión directa a la vicepresidencia de los Estados Unidos. Como Millard Fillmore ascendió al cargo de presidente, el cargo de vicepresidente quedó vacante y a King le correspondió por derecho según las leyes norteamericanas.

King sabía que su quebrantada salud no le permitiría viajar de inmediato a Washington para jurar el cargo el 4 de marzo de 1853 como estaba fijado. Del hecho eran conscientes también sus amigos que comenzaron las gestiones para que se le otorgara un permiso excepcional que le permitiera jurar tan alta investidura desde Cuba.

Las gestiones fructificaron el 24 de marzo King juró su cargo en Matanzas con la presencia de William Sharkey, cónsul de los Estados Unidos en La Habana a quien el Congreso de Estados Unidos comisionó para el importante acto. Tan enfermo estaba el recién nombrado vicepresidente que tuvo que ser sostenido por ambos brazos para poder cumplir con las formalidades de rigor.

A los doce días partió King hacia los Estados Unidos a bordo del vapor Fulton. Llegó a su casa el 17 de abril de 1853 y murió la noche siguiente sin poder ejercer sus deberes ni un solo día.

Fue sepultado en su plantación y luego se le trasladó al cementerio Live Oak de la localidad de Selma, Condado de Dallas, Alabama. Allí descansa desde entonces el único presidente de Estados Unidos que juró su cargo fuera de su país y se mantuvo en él apenas 35 días.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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