Descubre la curiosa historia del primer médico cubano… que no quiso ejercer en Cuba

jueves, 16 de agosto de 2018

El médico más famoso de la historia de Cuba es, que nadie lo dude, el médico chino (que es cierto que existió), pero el primero, el que abrió el camino a los galenos de la Isla fue Don Diego Vázquez de Hinostrosa, quien nació en La Habana el 26 de noviembre de 1626 y se recibió como Bachiller en Medicina a la edad de 25 años.

Como en esos años la Universidad de La Habana no estaba ni en proyecto tuvo que marcharse a la Nueva España para realizar sus estudios de Medicina y allí se graduó en la Universidad de San Hipólito de México.

En 1655 presentó su título ante el Cabildo de de La Habana para tristeza de los barberos cirujanos que eran los que en la práctica ejercían de médicos, pues en la ciudad existía, hasta la llegada de Hinostrosa, un solo médico, el Dr. Lázaro de Flores y Serrano.

Sin embargo, no echó raíces en Cuba, a los tres años regresó a México para continuar sus estudios donde inútilmente trató de ganar una cátedra en la universidad. Realizó oposiciones a las cátedras Filosofía, Propiedad de Retórica, Vísperas de Medicina (Patología) y Prima de Medicina (Fisiología). Y en todas perdió.

De allí se fue a Guatemala con igual propósito e igual resultado. Su precaria situación económica pareció conspirar siempre contra él y a favor de otros aspirantes.

Lo que sí está claro es que sólo regresó a Cuba brevemente a mediados de la década de 1670 para luego marcharse otra vez a la Nueva España.

La última mención que existe del licenciado Don Diego Vázquez de Hinostrosa, el primer médico cubano del que se tengan referencias data del 18 de octubre de 1689, cuando asistió como invitado a la inauguración del Curso de Estudios de la Universidad de San Hipólito de México.