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Defender, la olvidada historia del zepelín que surco los cielos de La Habana a principios del pasado siglo

Procedente de su base en Miami, en el estado de La Florida, el dirigible Defender volaría el 24 de febrero del año 1930 a muy baja altura sobre la ciudad de La Habana. El objetivo era navegar hasta el habanero poblado de Rancho Boyeros para participar en la inauguración del Aeropuerto Internacional Gerardo Machado, actualmente llamado José Martí.



En esta época los dirigibles y zepelines tuvieron su auge. Poseían enormes compartimentos huecos en su estructura, el cual se encontraba lleno de helio o hidrógeno. Estos gases son más ligeros que el aire por lo que les permitía sustentarse y volar por el cielo utilizando hélices que eran movidas por motores y guiado por timones. A pesar de la buena reputación que tuvieron, algunos años más tarde de la visita del Defender a la isla estos gigantescos voladores tendrían un dramático final.

Arriba el dirigible Defender sobrevolando el Paseo del Prado captado por el fotógrafo Rafael Pegudo

El aparato volador más grande del mundo era el dirigible portaaviones Akron. Este patrullaba el mar Caribe sobrevolando la isla de Cuba y el Canal de Panamá desde septiembre del año 1931 hasta abril del 1933. La tripulación contaba con aproximadamente un centenar de marinos y cargaba cinco biplanos de ala fija de observación y combate. El día 4 de abril del año 1933, debido a que fuera empujado por fuertes vientos de una tormenta que hubo en las costas de New Jersey, calló al mar. Del accidente solo hubo tres marinos sobrevivientes. El dirigible USS Macon, gemelo del Akron, igualmente se accidentó el 12 de febrero de 1935 frente a las costas de California, falleciendo dos de sus tripulantes. Debido a estos dos trágicos accidentes terminó el programa de dirigibles rígidos de la marina estadounidense.

El Conde Ferdinand von Zeppelin, radicado en Alemania, a inicios del siglo perfeccionó los dirigibles logrando que adquirieran un gran impulso comercial y militar. El 8 de marzo del 1917 fallecería peros sus ideas y proyectos continuaron por lo que su fábrica desarrolló el dirigible que fue llamado Graf Zeppelin. Este poseía 235 metros de longitud y llegaba a alcanzar una velocidad máxima de 128 kilómetros por hora. Hugo Eckener dio la vuelta al mundo en solo 21 días en este zepelín, y haría escalas en Tokio, Lakehurst, Nueva Jersey y Los Ángeles.

Dirigible sobrevolando el Central Pina, en la actual provincia de Ciego de Avila

El Hindenburg LZ 129 fue fabricado luego, alcanzando mayores dimensiones aún. Este realizó el 4 de marzo de 1936 su primer vuelo. Lograría realizar diez travesías trasatlánticas y un año y un mes más tarde, justo el 6 de mayo de 1937, llegaría a la estación aeronaval de Lakehurst. Mientras realizaba la maniobra de amarre, se produjo una chispa producto de la corriente estática ambiental, lo que provocó que se incendiara todo el dirigible. De los 99 viajeros y trabajadores que viajaban en él 36 personas perdieron la vida.

A pesar de las tragedias que sucedieron con estos dirigibles, durante la Segunda Guerra Mundial la marina de guerra de los estados unidos volvió a utilizar principalmente los dirigibles en la zona del Mar Caribe, donde eran hundidos decenas de barcos de los países aliados por submarinos alemanes. Estos dirigibles patrullaban los mares del estrecho de La Florida, con el objetivo de de descubrir y atacar a los submarinos de las líneas enemigas para proteger a los barcos y rescatar a los náufragos. Para apoyar a estos aerostatos existían en Cuba dos dos bases de apoyo. Una se encontraba en el poblado costero de Caibarién y la otra en la actual isla de la Juventud.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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