¿Por qué el cubano se acostumbró hacer cola?

lunes, 19 de diciembre de 2016

Una atractiva armonía adorna las calles cubanas, un singular colorido de casas y timbirichis, como se suelen llamar los pequeños negocios que abundan en las salas de las casas cubanas, que abren sus puertas a la calle muy temprano en la mañana, colgando un cartel artesanal con la oferta del día. Es así que en pocas horas las calles se llenan de transeúntes, que en el ir y venir bajo el sol tropical se aglomeran a momentos formando así una cola.

El cubano forma una cola de todo, si va al mercado, a la notaría, si va al hospital, hay cola, un a cola extensa y demorada donde el cubano se encoge de hombros y nos comenta, que hace la cola porque no le queda otro remedio. Hay cola en las terminales, en los aeropuertos, hay cola en cualquier esquina.

Sin embargo, cuando un cubano anda por la calle, siente hambre y se detiene a comer algo, es curioso ver como aun teniendo la opción de entrar a una o más cafeterías, que aunque con comensales, tengan mesas disponibles, este va a la que está llena, y disciplinadamente……hace la cola.

A la entrada de las escuelas, cuando los padres se amontonan con sus hijos, siempre salta alguien y organiza una cola, hay cola en las paradas de autobuses, cola en los bancos, cola en la notaría, en el juzgado, o en las tiendas, pues cuando a veces se aglomeran dos o tres personas a su entrada, siempre hay alguien que llega y pregunta, ¿qué sacaron aquí?, y en menos de cinco minutos se arma una cola.

Porque la cola se ha convertido en un problema cultural, ¿puede alguien saber cuándo comenzaron las colas?,¿cuándo se hizo la primera cola en Cuba?. Seguramente esa respuesta no la tenemos ninguno de nosotros. Porque para nosotros la cola ha existido desde siempre, ya es parte de nuestro folklore.

La cola es una breve muestra de la sociedad cubana, una diminuta porción de pueblo que representa a cada uno de los personajes típicos, es el lugar donde los cubanos, aunque no se conozcan, entablan una conversación de cualquier cosa, de la que surgirá una gran variedad de opiniones, aunque después, como es costumbre, siempre terminen hablando de la comida.