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¿Conoces el lugar donde se fundó La Habana?

El sincretismo religioso que caracteriza a Cuba está dado por la mezcla de culturas que conforman la nacionalidad de la isla. El territorio tiene sus orígenes no solo en la población aborigen y española sino también cuanta con una amplia representación africana y asiática, por solo citar algunos ejemplos. De ahí las innumerables tradiciones y costumbres que caracterizan la vida de esta parte del Caribe.



Una de las tradiciones más arraigadas y de mayor data en el país ocurre en la ciudad de La Habana cuando cada 15 de noviembre cerca de la medianoche  los capitalinos giran alrededor de una ceiba, unas veces lo abrazan, otras se limitan a tocarla y hay quienes hasta la besan. Dicen los habaneros que esto atrae la prosperidad.

Se trata de uno de los rituales que siguen quienes nacieron en la capital cubana para festejar, en el Templete un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad. Generalmente la tradición consiste en dar tres vueltas a la ceiba y pedir un deseo.

Lo cierto es que en este mismo lugar el 16 de noviembre de 1519, los colonizadores españoles crearon la quinta villa de las nacidas en tiempos de Diego Velázquez: San Cristóbal de La Habana.

Actualmente, en el lugar existe una especie de templo que se construyó 1828, bajo los auspicios del capitán general y gobernador Francisco Dionisio Vives y el obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa.

El sitio exacto se encuentra en Baratillo entre O’Reilly y Enna, en la Plaza de Armas de La Habana Vieja. Fue además el lugar donde se ofició la primera misa debajo de una ceiba parecida a la que existe en la actualidad frente al edificio.

Actualmente, en el lugar existe una especie de templo que se construyó 1828, bajo los auspicios del capitán general y gobernador Francisco Dionisio Vives y el obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa. -youtube.com

Otros de los méritos del Templete radica en su posterior influencia en la arquitectura cubana. Es un caso singular de construcción conmemorativa concebida como edificio y no como simple monumento.

La elegante sencillez y acertadas proporciones otorgan un carácter monumental a su fachada, compuesta por un pórtico de columnas que sostienen una franja decorada y un potente frontón en cuyo centro se ubica una inscripción conmemorativa de la inauguración. El edificio está elevado sobre una grada perimetral de tres peldaños de piedra de Jaimanitas. Los pisos interiores son de mármol.

Elementos valiosos del conjunto son también la cerca de lanzas de hierro terminadas en puntas de bronce, con pilares rematados por copas con piñas, lo que introduce un toque tropical en la concepción neoclásica; la columna de presencia barroca, sostiene una imagen de la Virgen del Pilar; y la ceiba, árbol bajo el cual la tradición sitúa la celebración de los hechos que se conmemoran. La original, muerta a mediados del siglo XVIII, fue varias veces reemplazada hasta la actual, sembrada en 1960.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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