fbpx

Conoce algunas particularidades de los pregoneros de Santiago de Santiago de Cuba

Una nueva hornada de pregoneros o vendedores ambulantes pululan por las calles, esquinas y parques de Santiago de Cuba.



Digo nueva  hornada, porque aunque desde siempre habían existido pregoneros en Santiago de Cuba el resto del país,  con el Decreto Ley de 1968 que cortó de cuajo la pequeña empresa privada, en lo que se conoció como la “Ofensiva Revolucionaria”, en el año 1993 se autorizó el ejercer Trabajo por Cuenta  Propia (sector no estatal).

Esta nueva opción de empleo se amplió en el 2010, con la autorización de un mayor y variado tipo de   actividades,  con lo que nuevos aires   impulsaron  el cuentapropismo en suelo cubano.

De los pregoneros usted puede esperar cualquier cosa, desde que lo despierten a las cinco de la mañana ofreciéndole “pan especial”, hasta uno que en altas horas de la noche quiera venderle algo que es propio de  la hora de almuerzo.

Por las calles santiagueras, en jabas, bolsas, carretillas de mano y carretillas tiradas por caballos,  circulan productos que a veces no se ven en el mercado estatal, lo mismo un día de semana que un domingo, cuando la familia está de  descanso.

Los pregoneros son casi magos, sacan como de un sombrero, las frutas procedentes del agro, como los famosos mangos de El Caney, dulces como el azúcar, dice la canción; las viandas, vegetales, pescados, carnes en lata, productos de aseo personal, aromatizantes para las viviendas, perfumes, escobas de yarey, carbón, queroseno, y otras mercancías demandadas por la población.

Pero no sólo existen vendedores, también hay compradores, como los  que compran  botellas de ron y de cerveza; lana para fundas y colchones; los que cambian viandas por ropa de uso; y los más sofisticados, los que comprar oro.

Muchos protestan  por los elevados precios de sus ofertas, pero los pregoneros, que le ponen a usted la mercancía en la puerta de la casa, ya son figuras imprescindibles de la vida y el pasaje santiaguero, y sus voces  ofreciendo de todo lo que se pueda imaginar, como  un coqueteo con el bolsillo de cada probable comprador.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba