Cómo se restauró el Teatro Martí, una de las instalaciones de su tipo más hermosas y antiguas de Cuba (+ Video)

lunes, 15 de octubre de 2018

En 2014, cuando cumplía 130 años el Teatro Martí, que primero se llamó Irioja, regresó a la vida. Llevaba cerrado muchísimos años, en un lamentable estado ruinoso, hasta que la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) decidió devolverlo a su antiguo esplendor.

El proyecto general de restauración fue diseñado por la arquitecta Marilyn Mederos Pérez de la OHC y se prolongó por varios años. El estado del inmueble era tan precario que apenas quedaba el cascarón. Se tuvieron que hacer nuevos todos los entrepisos, fundir las columnas de hierro y realizar de cero todos los elementos ornamentales de la sala.

De la carpintería sólo quedaba el recuerdo, por lo que los restauradores tuvieron que auxiliarse de fotografías históricas para poder reproducir los detalles de la bella persianería francesa. También se tuvo que construir una doble fachada porque la céntrica ubicación del Teatro Martí provocaba que los ruidos provenientes del exterior interfirieran en los espectáculos (no era lo mismo La Habana en 2014 que en 1884 cuando se inauguró el Irioja).

Muy compleja resultó la climatización del inmueble, pues el primitivo Martí no estaba diseñado para ella. Además la estructura resultaba demasiado pequeña para un teatro moderno, por lo que se tuvo que incorporar al proyecto un edificio anexo en la calle Zulueta para que sirviera de camerinos, oficinas y otras dependencias.

Así y todo los especialistas de la OHC, fieles a su tradición, hicieron lo posible porque los cambios en el diseño original resultaran mínimos y no se perdiera la esencia de uno de los templos sagrados de las artes escénicas cubanas.

Finalmente la obra estuvo lista para ser inaugurada el 24 de febrero de 2014 con un espectáculo de más de una hora de duración que hizo un recorrido por las obras más antológicas del teatro cubano. Las mismas que en su larga vida prestigiaron al Teatro Martí, antes Irioja.