Cinco restaurantes de La Habana que vale la pena conocer por la tradición de su comida criolla

jueves, 3 de enero de 2019

En Cuba, los restaurantes llamados «paladares» son diferentes a los que pertenecen a empresas estatales. Esa diferencia es a veces imperceptible, a veces inexplicable, pero puede estar seguro de que existe.

Y no es que la comida sea mejor o peor, tampoco que sea mejor o peor el servicio; es algo que se respira en el ambiente y que tal vez sentirá sólo cuando esté allí, de cuerpo presente.

Cinco restaurantes de comida Cubana de La Habana

Entonces, si ya conoce los paladares donde acercarse a las tradiciones culinarias cubanas, conozca también estos otros, muchos de los cuales cuentan con un amplio prestigio, historia y muchos años de servicio.

El Patio, en el corazón del casco histórico

Ubicado en la Plaza de la Catedral, El Patio es uno de esos restaurantes que ha ofrecido, durante décadas, los más exquisitos platos de nuestra cocina.

El snack bar El Portal le da la bienvenida cuando llega a la calle San Ignacio #54, esquina a Empedrado. Ahí, podrá disfrutar de la amplia carta, sintiéndose parte del entorno de la plaza.

Pero no se preocupe, si prefiere la tranquilidad de los salones interiores, El Patio posee el salón La Fuente, el Aguas Claras – un reservado ideal para almuerzos de negocios y cenas privadas – y el Salón Marqués, especializado en carnes a la parrilla, muy apropiado para recepciones y celebraciones especiales.

Tiene El Patio para todos los gustos y exigencias y lo tiene también en su menú, donde le recomendamos especialmente las lonjas de lomo de cerdo aromatizadas con orégano de la tierra o el solomillo de cerdo perfumado con ron añejo Santiago.

Ambos platos – como el filete de cerdo a la crema de pimienta – destacan por el toque especial que los hace únicos. En otros restaurantes también existen esas ofertas, pero en El Patio la sazón tiene su propia identidad.

El Aljibe, más de 50 años de experiencia

Varios ranchones de madera y guano hacen que El Aljibe convierta el ajetreo de la ciudad en la tranquilidad del campo. Ratifican esa idea las mesas de madera, los taburetes tradicionales y la decoración cargada de plantas.

En calle 7ma y 22, en Playa, está El Aljibe. Posee una bodega de vinos considerada entre las más grandes de Cuba, un bar de cócteles cubanos y tragos internacionales, ameniza con música grabada y tríos tradicionales; pero El Aljibe tiene, por encima de todo, el plato que lo distingue: «el pollo al Aljibe», cuyo secreto no creo que conozcan muchas personas.

Claro, tampoco es necesario conocer el secreto; al contrario, le da un sabor especial el misterio de preguntarse constantemente: ¿cuál es el ingrediente que le da ese gusto tan maravilloso?

Y hay algo más: «el pollo al Aljibe» tiene su propio encanto, pero con arroz y frijoles negros dormidos – otra de las especialidades de la casa – logran una combinación realmente inolvidable.

El Palenque o el sabor de lo popular

Cuando llegue al Palenque lo recibirá el olor de la cubanía, que es el olor de la comida cocinada con leña.

Consta de varios ranchones fabricados con guano y leña y es un sitio preferido por nacionales y turistas. Está ubicado a pocos pasos del recinto ferial PABEXPO, exactamente en calle 17 y 174, en Playa.

En El Palenque observe la amplia variedad de platos a base de carne de cerdo; sobre todo el asado al jugo, una receta recurrente en las grandes celebraciones de la tierra cubana.

Claro, que también merecen punto y aparte el picadillo a la habanera y la sopa de pollo, esa que se sirve humeante, con un toque de zumo de limón y que despierta recuerdos y añoranzas por las abuelas. El Palenque cuenta con ofertas de postres. Sin embargo, a la salida encontrará helados artesanales donde vale la pena detenerse.

La Casona de 17, donde el arroz amarillo es arte

Frente al edificio más alto de Cuba, el FOCSA, encontrará la Casona de 17, conocido como «el Templo del Arroz con Pollo a la Chorrera». Dicho plato es servido en vasijas de barro que ponen el más auténtico sabor cubano a su disposición.

También distinguen a La Casona de 17 el «arroz con pollo navideño» y la paella al estilo tradicional. Cuenta con ofertas para grupos de personas, entre las que destaca la pierna de cerdo asada y deshuesada, acompañada de arroz congrí, yuca con mojo, plátanos a puñetazos – también conocidos como tostones – dos botellas de vino, una caja de cerveza y una tina de helado.

Rematando la calle Obispo, La Mina

En Obispo número 109, La Mina se adereza con el ajetreo de la calle Obispo y la Plaza de Armas. Claro, La Mina se adereza también desde su cocina, tan criolla como la casona tradicional donde está instalada.

En cuanto llegue, pida el surtidito de la casa, una selección de picaditas tradicionales criollas al estilo del chef. Mientras las degusta y las acompaña con una cerveza fría, estudie la carta menú y no deje de disfrutar el ambiente que le rodea.

Cuando decida lo que va a comer, ojalá opte por la crema de maíz o la sopa de pollo con vegetales, las masas de cerdo fritas en cazuela o la «ropa vieja a la cubana».

Si lo hace, puede decir que tuvo a Cuba, no sólo bajo sus pies o ante sus ojos; puede decir que la tuvo también en su paladar.