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Cinco amores imposibles que hicieron época en Cuba

1) Alfonso de Borbón y Edelmira Sampedro: Él, Príncipe de Asturias y heredero de trono de España; ella, una aristócrata cubana natural de la ciudad de Sagua la Grande, Las Villas, Cuba. Se conocieron en el sanatorio de Leysin en Suiza y surgió el amor. La familia del príncipe, en especial su padre, el rey no estuvo de acuerdo con el romance. Así que Alfonso renunció a su derecho de sucesión para poderse casar con esta plebeya cubana. Al final terminaron por romper su unión legal en La Habana en 1937, pocos años después de haber contraído nupcias.



Alfonso de Borbón y Edelmira Sampedro

2) Pedro Junco y María Victoria Mora: El cantante Pedro Junco dedicó su inmortal bolero “Nosotros” a su amada María Victoria Moreno, cuando los padres de la joven se opusieron al noviazgo. Sin embargo, otros afirman que Pedro tomó la decisión de decirle adiós a su amada cuando se sintió minado por la tuberculosis. De ahí la famosa frase “por tu bien te digo adiós”, escrita poco antes de morir a la edad de 23 años.

3) Juan Pedro Baró y Catalina Lasa: Una de las historias de amor más bellas y conocidas de Cuba. Catalina era una dama de la alta sociedad, famosa por su espectacular belleza. Ella se enamoró del hacendado Juan Pedro Baró, pero su marido le negó el divorcio, por lo que tuvieron que vivir como amantes, lo que constituyó un escándalo colosal en la Cuba de principios del siglo XX. Tras aprobarse la Ley del Divorcio en Cuba bajo el Gobierno del general Menocal, finalmente Catalina y Juan Pedro pudieron casarse. Desafortunadamente ella enfermó y murió. Entonces, su esposo mandó a construirle un precioso panteón en la avenida principal de la Necrópolis de Colón.

Juan Pedro Baró y Catalina Lasa

4) Pablo Álvarez Cañas y Dulce María Loynaz: Pedro Álvarez Cañas era un inmigrante canario muy pobre del que se enamoró Dulce María Loynaz, una jovencita de sociedad. La familia de ella creyó que Pablo sólo estaba interesado en el dinero de los Loynaz, prohibió el noviazgo y obligaron a la joven a casarse con su primo Enrique Quesada. Años después, convertida Dulce María en una sublime poetisa se divorció de su esposo y se casó con Pablo, ya convertido en excelso cronista social. Después del triunfo de la Revolución de 1959 este abandonó Cuba y Dulce María se quedó triste y sola en su inmensa casona del Vedado.

Pablo Álvarez Cañas y Dulce María Loynaz

5) Fidel Castro Ruz y Marita Lorenz: Fidel Castro conoció a Marita Lorenz poco después del triunfo de la Revolución Cubana. Ella era una belleza rubia que había nacido en Alemania y Fidel Castro fue su primer amor. El romance se prolongó por varios años, pero el primer ministro cubano nunca le propuso matrimonio. Marita terminó por convertirse en agente de la CIA e incluso tomó parte en un plan de atentado contra el líder cubano, pero no se atrevió a ejecutarlo.

Fidel Castro Ruz y Marita Lorenz

Escrito por | Redacción TodoCuba

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