Cayo Saetía: un escenario muy particular y demandado por los amantes de la naturaleza

martes, 27 de febrero de 2018

Muchos viajeros, sobre todo europeos, apuntan a los recorridos de circuitos y naturaleza, de ahí que una de las provincias más reclamadas en Cuba para vacacionar sea Holguín en el oriente, con su cayo Saetía.

El oriente cubano está cargado de colorido y posibilidades para quienes buscan pasar sus vacaciones de manera activa. Tal afirmación la corrobora quien ya visitó lugares capaces de dejar huellas, mediante fotos, pero sobre todo en la memoria.

Uno de esos lugares que prácticamente conmociona a los europeos, muchos españoles incluidos, es Cayo Saetía, a donde se llega de preferencia por mar, en un viaje que permite el disfrute visual de la Península del Ramón.

Cayo Saetía (también Sae-Tia) es una isla de 42 kilómetros cuadrados y ahora se llega en excursiones que emplean para el viaje catamaranes en paseos de dos horas por mar.

Se encuentra a 120 kilómetros al sureste de Holguín, entre la Bahía de Nipe y el océano Atlántico. Sus playas y la variada vegetación crean las delicias de los más exigentes turistas.

En este lugar maravilloso se puede visitar en busca de playas vírgenes y la posibilidad de acceder a un recorrido en jeep o camión que permite observar la fauna, con ciervos, búfalos y hasta algunos avestruces.

Por demás, la comida es excelente en un ranchón de playa que acoge a quienes pasan un día en el lugar, disfrutando de la naturaleza.

Los planes del Ministerio de Turismo (Mintur) de Cuba tienen 19 mil habitaciones para un futuro próximo en la Península de Ramón, el paisaje que acompaña el viaje hacia el Cayo.

Para el director de la Villa Cayo Saetía, Alberto Ricardo González, se trata de un inmejorable paraje, e ilustra a Prensa Latina acerca de que en estos momentos ya está en operaciones.

Expresa que está enclavado en la parte norte oriental del municipio de Mayarí y exhibe cinco formaciones boscosas integradas de conjunto con la explotación y el desarrollo de las especies exóticas, algunas de ellas introducidas en el país con cuidado medioambiental.

Menciona 14 especies, entre ellas cebras, dromedarios, venados, antílopes y búfalos, que se adaptaron perfectamente al entorno.

Muchas llegaron de la India y África para permitir recorridos mediante vehículos apropiados y el disfrute de dicho panorama.

Para ello existe una villa de cuatro estrellas con 12 habitaciones, en un paraje recóndito, que facilita tanto viajes ycaminatas, o la práctica de otras modalidades como es el caso del buceo y el ‘snorkeling’, en agua de fondos bellos.

El centro es La Playa del Cristo, con un rancho de balneario a donde se llega en catamarán, a veces obligando a mojarse hasta la cintura para desembarcar, lo que otorga distinción al viaje.

Paseos y navegación contabilizan unos 100 clientes diarios en la temporada alta (noviembre a abril) y de tres a cuatro recorridos en distintos medios.

Los turistas llegan desde la también oriental ciudad de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, en excursiones de un día, y también en estancias de más tiempo. Provienen, fundamentalmente de Alemania, Italia, Francia y Canadá.

El lugar se preparó para el turismo en los años 90 del pasado siglo, primero como coto de caza, hasta cambiar su inclinación por otra más ambientalista.

El Parque Natural emplea a 150 personas en distintas faenas, tanto de protección como de atención a los visitantes.

Al respecto, el jefe de Flota de la Marina Gaviota Oriente, Pablo Sánchez, comenta que las condiciones del lugar son óptimas, por las facilidades, incluso, para bucear desde los catamaranes.

En el Cayo se mezclan llanuras y bosques con pantanos en el sector noroeste, por donde deambulan cebras, búfalos de agua, jabalíes y diferentes especies de antílopes y ciervos, y además trotan caballos y pasta el ganado, junto a camellos, avestruces, loros, iguanas, como en un un paraíso.