fbpx

Cayo Bahía de Cádiz, el paraíso cubano que fue la puerta del infierno para los negros y un burdel para los americanos

En el municipio de Corralillo, en la central provincia de Villa Clara se encuentra el cayo Bahía de Cádiz, un verdadero paraíso natural que fue la puerta de entrada al infierno para los negros que eran traídos como esclavos a Cuba a través del contrabando.



Allí recalaban los barcos negreros que en condiciones infrahumanas transportaban su carga desde los cazaderos de negros en África. Como muchos morían de agotamiento o enfermedades durante la travesía sus restos eran enterrados en la arena, por lo que el cayo constituye un gran cementerio repleto de fosas comunes.

La llegada de los negreros atraía a este remoto punto de la geografía insular a todo tipo de personajes de mala vida, desde prostitutas hasta raqueteros que (por medio de golpes de mano) trataban de asaltar los barcos negreros en sus fondeaderos para apoderarse de sus cargamentos de carne humana.

No es que las autoridades españolas hicieran mucho por perseguir el contrabando de negros, pues se beneficiaban a escondidas de él, pero cayo Bahía de Cádiz no fue escogido por gusto. La navegación en las aguas que lo rodeaban era muy peligrosa para los que no conocían bien el lugar; de ahí que los negreros se sintieran a salvo de los guardacostas que los ingleses despachaban desde Bahamas en su persecución.

No sería hasta 1859 cuando ya el comercio negrero fenecía que los españoles se decidieron a mejorar las condiciones de navegación mediante la construcción de un faro.

Tres años después, sobre los huesos de incontables negros que allí encontraron el fin de sus días, el faro de cayo Bahía de Cádiz entró en funcionamiento; pero, debido a los fuertes vientos que azotaban la zona a los 20 años se encontraba ya casi inservible y se le debió realizar una reparación general.

En 1933 un ciclón lo destruyó casi por completo, pero fue reparado de nuevo e incluso se le construyó al cayo una pequeña pista de aviación y un embarcadero. Estas instalaciones que ya no existen estaban rodeadas por casas de citas a las cuales acudían en aviones o yates a pasar el fin de semana y divertirse americanos y cubanos de mucho dinero.

Escrito por | Redacción TodoCuba

Patrocinado por: CubitaNOW - Noticias de Cuba