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Asesinatos que conmocionaron Cuba: El impune crimen de la francesita Rachel K

Uno de los asesinatos más famosos que se recuerda en Cuba fue el de la francesita Rachel el 15 de diciembre de 1931 y que la prensa de la época no dudó en llamar el “crimen del siglo” en la Isla.



Rachel Dekeirsgeiter era una prostituta francesa (francesas llamaban entonces a todas las meretrices extranjeras) que había llegado a La Habana de la mano del empresario Oscar Villaverde, dueño del famoso cabaret Tokio, situado en San Lázaro y Blanco donde se practicaba el oficio más antiguo del mundo sin mucho disimulo.

Al parecer, además de ejercer profesionalmente, Rachel era bastante prostituta también a nivel personal, pues amén de ser la amante oficial de su mánager, el mencionado, Oscar Villaverde, tenía un par de amantes a los que no les cobraba por sus servicios.

Semejante situación era un caldo de cultivo para lo peor y lo peor sucedió. El 15 de diciembre de 1931, Rachel apareció muerta y desnuda en la bañadera de un apartamento situado en San Miguel y Amistad, al lado del antiguo hotel Astor. Según el testimonio del forense que atendió el caso, la prostituta llevaba muerta unas 40 horas y había sido golpeada salvajemente antes de morir.

Desde el principio el caso, al que la prensa siguió con detalle, estuvo plagado de misterios: el piso donde fue encontrado se encontraba cerrado con un pestillo desde adentro, por lo que la policía tuvo que romper la puerta. Sin embargo, a pesar de no existir vía alguna de escape, no encontraron a nadie en su interior. Tampoco aparecieron huellas dactilares ni ningún indicio que pudiera llevar al asesino.

Semejantes incongruencias despertaron la sospecha de que la crimen de la francesita se le había echado tierra encima para proteger a algún pez gordo, pues la prostituta se acostaba con varios de los más encopetados personajes de la sociedad cubana. Incluso, algún periodista llegó a sugerir que el asesino había sido detenido en la vivienda, pero que se le había dejado en libertad.
Los sospechosos lógicos fueron, claro está, Villaverde, mánager y protector de Rachel y un amante conocido de la francesita de nombre Alberto Jiménez Rebollar, pero la policía no pudo armar un caso contra ninguno de los dos.
Finalmente Rachel fue enterrada en el panteón propiedad de Villaverde en el cementerio de Calabazar, a donde su chulo descendió a acompañarla al morir años después.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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