¿Sabías que la Gran Duquesa de Luxemburgo es una cubana?

lunes, 3 de agosto de 2020

Como verdad de Perogrullo queda aquello de que “es posible encontrar un cubano en cualquier lugar del mundo”.  Como es el caso de la habanera que es Gran Duquesa de Luxemburgo.

No asombran para nada las historias que aseguran que existe un compatriota caribeño guiando una caravana de camellos en pleno desierto del Sahara. También quizás que, justo en el otro extremo, haya una cubana situada en uno de los puestos cimeros de la realeza europea. Mucho antes de que la argentina Máxima Zorriegueta conquistara a un príncipe holandés o que la periodista Letizia Ortiz se convirtiera en reina de España.

En este caso, María Teresa de Luxemburgo, quién ha demostrado que el sueño de plebeya a princesa puede hacerse realidad.

La Duquesa de Luxemburgo

Nacida en Marianao, La Habana, Cuba, en 1956, María Teresa Mestre Batista es la actual Gran Duquesa consorte de Luxemburgo. Su origen reposa en una de las familias acaudaladas de La Habana, la cual pertenecía a la alta sociedad de Cuba para aquel entonces.

María Teresa Batista, ostenta el título que responde al de Alteza Real, ella es la esposa de un soberano, madre de cinco hijos y abuela de tres nietos, herederos del “trono” y del cargo de Jefe de Estado del pequeño ducado.

Fue en 1980, mientras estudiaba ciencias políticas en la Universidad de Ginebra, cuando la joven María Teresa, quien por entonces tenía un cuerpo escultural, se cruzó en el camino del entonces gran duque heredero Enrique. Se graduó para ese entonces de licenciada en ciencias políticas en la Universidad de Ginebra, al igual que lo hizo su actual esposo.

Se casó con el príncipe heredero el 14 de febrero del año 1981 en Luxemburgo, siendo la catedral de Santa María donde se realizó la ceremonia nupcial.

Después de la muerte de su suegra, Josefina Carlota, la Duquesa de Luxemburgo reveló que su relación con la madre del Duque no solía ser buena, todo esto por sus orígenes tanto plebeyo como cubano.

Por otra parte, el gran duque heredero Enrique era uno de los solteros de oro del Gotha, así lo narró El Confidencial en un especial dedicado a los sesenta años de la Gran Duquesa consorte.

Luego de haber abandonado la isla en 1959 y haber permanecido varios años viviendo en la ciudad de New York, luego en Cantabria, España, se estableció finalmente en Suiza. Para ese entonces, la joven duquesa de Luxemburgo vivía con su familia en Ginebra.

Según se ha comentado, María Teresa nunca supo la noble ascendencia de su novio hasta casi su proposición de matrimonio.

La actual Duquesa, a lo largo de su vida, ha pasado por todos los grandes dramas de las princesas: no ser aceptada por suegra debido a su origen plebeyo (y aún más, caribeño), padecer de un posible engaño de su esposo y ganarse a su pueblo con carisma, originalidad y buen gusto.

Pero María Teresa, la Gran Duquesa de Luxemburgo, no olvida de dónde provino, no olvida sus raíces. En el año 2002 visitó Cuba y la acompañaron dos de sus hijos. Entonces declaró: “Hay algo muy fuerte que he descubierto y se llama cubanía. Un sentimiento que cuando uno crece en una familia cubana no se pierde nunca”.

Con 64 años, la gran Duquesa de Luxemburgo, muy involucrada en trabajos de caridad y proyectos de las Naciones Unidas, ha dicho que quisiera volver a Cuba con Muhammad Yunus, el premio Nobel de la Paz del año 2006.

Luxemburgo, oficialmente denominado Gran Ducal de Luxemburgo es un pequeño estado sin litoral, rodeado por Francia, Alemania y Bélgica. Es una nación próspera a pesar de que su población no excede el medio millón de habitantes y su territorio los 2.586 kilómetros cuadrados.

El país tiene una economía altamente desarrollada, con el mayor producto interno bruto (PBI) per cápita del mundo, de acuerdo al Banco Mundial, y el segundo de acuerdo al Fondo Monetario Internacional. Luxemburgo forma parte de la Unión Europea.

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