¿Por qué el poeta cubano Luis Rogelio Nogueras amaba al cisne salvaje?

sábado, 8 de abril de 2017

Entre todos los poemas que dejó escritos Wichy, resalta uno que ha enamorado a generaciones de cubanos. Un texto, que es, sobre todo, una invitación: Ama al cisne salvaje

No intentes posar tus manos sobre su inocente
cuello (hasta la más suave caricia le parecería el
brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrarle tu amor o tus penas
(tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna no respires.
Para ser tuyo tendría que morir.

Confórmate con su salvaje lejanía
con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete en la hierba).
No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Ámalo libre.
Ama el modo en que ignora que tú existes.
Ama al cisne salvaje.

Casi todas las inspiraciones de Luis Rogelio Nogueras, terminaban siendo poesía, pero eso tiene una explicación que está relacionada con su infancia.

 Desde que nació, el ambiente familiar le ayudó a encontrar su destino: su madre, Gloria Nogueras Hernández Catá, escribía por afición y llegó a obtener el premio de cuentos Alfonso Hernández Catá, prestigioso escritor cubano, del cual era sobrina, por lo que este era tío abuelo de Wichy. Además, su padre, Luis Rogelio, era publicitario y periodista; su tío Ángel Heberto dirigió una revista literaria en Puerto Padre, su pueblo natal; y su abuela materna, que cuidó de Wichy durante gran parte de su infancia y adolescencia, contrató a un profesor de literatura para que le impartiera clases a domicilio.

Con aquellos antecedentes, Luis Rogelio tenía señalado el camino. Wichy llegaría a escribir varios libros como: «El último caso del Inspector«, «Exposicuba«, y «Cabeza de zanahoria» e «Historia de una batalla«. Hoy es considerado uno de los escritores insignes de la literatura cubana, y junto a él muchos aman al cisne salvaje.