El Parkour “salta” a Cuba

sábado, 29 de abril de 2017

La popular práctica del Parkour, un deporte desarrollado mayormente en la década de los ochenta en Francia parece haberse trasladado a Cuba, donde hoy muchos jóvenes desafían la Ley de la Gravedad sobre los tejados de La Habana. 

El Parkour es definido de manera simple como el arte de moverse con agilidad. Puede realizarse en cualquier entorno de manera individual o colectivamente. Este deporte extremo que combina la gimnasia con las artes marciales, implica la adaptación al medio para superar los obstáculos presentes en disímiles tramos.

Casi nunca pasan desapercibidos, siempre saltando y haciendo gala de increíbles actitudes físicas, jóvenes cubanos aficionados a esta disciplina se despliegan por parques y calles, escalando edificios hasta tocar las nubes.

Desde los impolutos barrios residenciales hasta las calles más abigarradas de una Habana envejecida luchan por ampliar el escenario de sus arriesgadas maniobras. Sin embargo, la práctica del Parkour en Cuba es una moneda de dos caras. Este movimiento no está reconocido en el país como un deporte ni posee vínculos con ninguna institución social.

Muchas veces, víctimas de prejuicios, los jóvenes que practican dicha disciplina son tildados de delincuentes y estereotipados por algunos sectores sociales. Sus peripecias tienden a ser malinterpretadas y, en ocasiones, los vecinos piden su expulsión de las áreas colindantes a sus residencias.

Aun así, todas las tardes se reúnen en diferentes parques de La Habana y, a pesar de las dificultades siempre encuentran su espacio y cierto reconocimiento a través de internet y los medios alternativos de comunicación.

. En Cuba, cada día se suman más seguidores a esta especialidad. La esperanza de practicar libremente y deslumbrar a las personas con sus habilidades físicas, sin llegar a convertirse en objeto de discusión, no se ha extinguido.

Y es que casi nada constituye un obstáculo para los jóvenes cubanos practicantes del Parkour. La sensación de volar resulta tan liberadora que es capaz de superar las barreras y problemáticas sociales a las cuales se enfrentan.

Por: Alejandra Angulo Alonso