El médico cubano que contribuyó a la construcción del Canal de Panamá

martes, 15 de agosto de 2017

Pese a que no nos suene su nombre por este hecho concreto, las aportaciones de este ilustre médico cubano al campo de las ciencias, hicieron posible reducir la alta mortandad de los trabajadores que laboraron en la construcción del Canal de Panamá.

El médico cubano en cuestión, a pesar de sus valiosos descubrimientos, nunca consiguió demasiado reconocimiento en vida, lo que influyó en la difusión de su trabajo. Incluso un reconocido médico norteamericano de la época se apropió parcialmente de su obra y alcanzó un inmerecido mérito a su costa.

Su nombre es Carlos Juan Finlay y Barrés, y en estos mismo días pero de 1881 demostró que los mosquitos son los vectores epidemiológicos de la fiebre amarilla, una de los principales epidemias del Caribe y de las zonas tropicales en general.

A pesar del enorme impacto que tendría para la sanidad de la zona caribeña, su trabajo fue prácticamente ignorado por la Academia de Ciencias de Cuba, que incluso llegó a desconocerle sus títulos académicos de Europa, dónde se había formado.

Sin embargo, la empresa francesa que construía el Canal de Panamá y que se encontraba bajo las órdenes Ferdinand de Lesseps sí aplicó su trabajo, en especial el control epidemiológico del mosquito Culex o Aedes aegypti.

Gracias a este hecho pudo controlarse la diseminación de la fiebre amarilla y reducir significativamente la mortalidad entre los trabajadores que laboraban en la construcción del Canal de Panamá, y como consecuencia, hacer viable una obra casi imposible para la época.

Posteriormente cuando los norteamericanos asumieron su construcción en 1904, no sólo aplicaron las medidas preventivas enunciadas por el ilustre médico cubano, sino que aplicaron masivamente la vacuna que había descubierto 20 años antes.

Hoy en día existe una placa conmemorativa en el Canal de Panamá en reconocimiento a su obra y al significativo aporte que hizo para hacer viable la construcción de esta obra interoceánica.

Fuente: Europa Press