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Los tres grandes barrios obreros de La Habana antes de 1959

La barriada Pogolotti



La barriada de Pogolotti fue el primer intento de resolver viviendas para los obreros; lo acordó el Congreso en julio de 1910, bajo el mandato del presidente José Miguel Gómez. Dino Pogolottí era un italiano secretario de Frank Steinhart, dueño éste de la compañía que explotaba los tranvías en la capital y cónsul de los Estados Unidos. Por su cargo conoció que las líneas de los tranvías se iban a prolongar hasta Marianao y adquirió muy baratas unas 60 hectáreas cerca de la Avenida 51, al pasar Puentes Grandes. La subasta para la construcción de las casas se le adjudicó a la empresa «Compañía Nacional Constructora», que tenía como presidente a Benito Lagueruela y de tesorero a Dino Pogolotti. Para el Plan se votó un crédito de un millón 300 mil pesos, que amparaba la construcción de 2 mil viviendas, cada una con un costo de 650 pesos. Éstas se distribuyeron: 1,000 en La Habana, 250 en las provincias de Pinar del Río y en Oriente, 200 en Las Villas y Matanzas y 100 para Camagüey.

Vista parcial de una zona de la barriada de Pogolotti, Marianao, en 1930.

 

Casas reconstruidas en barrio Pogolotti, Marianao, en 1948.

 

Las casas se construyeron con paredes medianeras para ahorrar materiales y tenían una superficie de 48 m2. El frente era de 6 m, tenían portal, sala, dos cuartos, comedor, cocina, baño colgadizo y el patio era común para todas la viviendas de una manzana. Se entregarían por sorteo a padres de familia, los que pagarían 6.25 mensual, de cuya suma se destinaría 5.40 cada mes para amortización y 0.85 para pagar el servicio de agua, quedando los propietarios exonerados de pagar impuestos nacionales o municipales por 10 años. Las casas tenían muros de carga que soportaban una estructura de madera sobre la cual se colocaba el techo de tejas de barro francesas a dos aguas. De este plan sólo se construyeron 950 casas en La Habana, 45 en Pinar y 58 en Las Villas.

Reparto Lutgardita

El presidente Gerardo Machado era propietario de las fincas Doña Juana y Santa Rita, en Rancho Boyeros, donde creó el reparto Lutgardita, en honor de su madre. Con la apariencia de una zona industrial montó fábricas de pinturas, aceite, envases y calzado. Las 100 viviendas, estaban vinculadas a las fábricas y se construyeron para alquilarlas a los obreros que trabajarían en las industrias. El reparto formaba parte de una propaganda del gobierno, enmarcado en un plan de defensa de la producción nacional, para industrializar el país.

Plano urbanización del Reparto Lutgardita en el año 1930.
Vista de la fachada y el interior del Teatro Lutgardita, uno de los símbolos del reparto.

 

El barrio se inauguró el 6 de enero de 1929, con la entrega de las 100 casas, la escuela, estación de ferrocarril y la oficina de correos. Los inquilinos debían pagar un alquiler y podían tenerlas mientras fueran obreros de las fábricas anexas; en el caso de ser despedido o trasladarse de empleo, perdían el derecho a la vivienda. Se hicieron tres tipos de viviendas: las de los obreros tenían dos pequeñísimas habitaciones, un portal mínimo y contaban en total unos 30 m2 de fabricación. Los otros dos tipos eran un poco mayores en dimensiones, para el personal que tenía alguna jerarquía en las fábricas (capataces y jefes de turno). En la zona se hicieron algunas obras de interés, entre ellas la Escuela Técnica Industrial «General Alemán» y un teatro. Las obras fueron realizadas por la firma Govantes y Cabarrocas y por los arquitectos Manuel Pérez de la Mesa y Luis Echevarría.

Barrio Obrero de Luyanó

El presidente Grau San Martín comenzó —en el año 1944— este barrio obrero, proyectado por el profesor Pedro Martínez Inclán y el recién graduado arquitecto Antonio Quintana Simonetti. El reparto se encontraba al sur de la bahía de La Habana, en unos terrenos en ese momento de poco valor, pero que lo adquirieron al construirse a su lado la Vía Blanca. El diseño original fue para 1,500 viviendas individuales y ocho edificios de cuatro plantas con 30 apartamentos cada uno. Se previó levantar en la barriada campos deportivos, supermercado y un centro escolar, entre otros servicios básicos.

 

Distintas partes del proceso constructivo de los edificios de apartamentos entre los años 1949 y 1950.
Estas viviendas individuales aunque formaron parte del proyecto original nunca fueron adquiridas por obreros por los altos precios de las mismas.

Los bloques tenían comercios en la planta baja y viviendas de dos tipos: una con sala-comedor, una habitación, baño, cocina, lavadero y terraza y otro tipo con iguales servicios, pero con dos habitaciones. Las viviendas aisladas eran casas de ladrillo con placa de hormigón monolítica, pisos de mosaicos y jardín, igualmente en dos modelos, de uno o dos cuartos. Aunque el plan se hizo, básicamente, para dotar de viviendas a los obreros, las casas fueron adquiridas, en su mayoría, por la pequeña burguesía, debido al alto costo de las mismas. Al asumir el poder Batista, encontró el reparto urbanizado y muchas de las viviendas ya ejecutadas, tratando de cambiarle el nombre a Aranguren pero resulto imposible porque ya su nombre original estaba en la memoria de la población.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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