Las orquídeas cubanas: víctimas del comercio ilegal

lunes, 12 de octubre de 2020

Las orquídeas, esas exóticas y apasionantes plantas que cautivan a innumerables botánicos, investigadores y aficionados alrededor del mundo, son muestra de delicadeza y fragilidad ante el incesante cambio climático. Aquí en TodoCuba queremos hablarte sobre esta espectacular flor en tierras cubanas.

Las orquídeas y sus híbridos

Entre sus mayores atractivos se encuentra su capacidad para la reproducción, entre especies diferentes. Esto propicia el surgimiento de híbridos, que difieren físicamente de sus padres, y necesitan una nueva clasificación.

Se calcula que existen unos 25 mil tipos diferentes de orquídeas, pertenecientes a la familia Orchidaceae, además de 60 mil híbridos. Incluso, se ha organizado una jerarquía en cuanto al valor monetario de estas plantas, en cuya cúspide se encuentra la orquídea Oro de Kinabalu. Esta última se cultiva solo en Malasia, y puede llegar a ostentar un precio de 6 mil euros.

Cuba cuenta con alrededor de 300 especies autóctonas -casi todas declaradas en peligro de extinción por la Sociedad Cubana de Botánica (SOCUBOT)- distribuidas entre 89 géneros distintos.

Uno de los factores que más atenta hacia las orquídeas es el cambio climático. Estas plantas, en su diversidad, requieren de condiciones ambientales específicas, en las que la luz, la temperatura y la humedad juegan un papel primordial.

El comercio ilegal de las orquídeas cubanas

Sin embargo, si bien el archipiélago cubano sufre, al igual que el resto de los países, las consecuencias del deterioro de la naturaleza, lo cierto es que el comercio ilegal es el elemento que mayor peso ha tenido en la desaparición de las orquídeas cubanas. Sobretodo las especies autóctonas se han visto gravemente afectadas.

Aunque en el archipiélago se han creado diversas zonas reservadas, y se ha controlado la venta de orquídeas, la recolecta masiva y posterior venta de estas plantas ha ganado terreno a los esfuerzos de preservación que se han desarrollado por instituciones estatales, académicas y científicas.

El reciente descubrimiento de dos nuevas orquídeas en la Isla, la Encylia navarroi y la Tetramicra riparia, tuvo un fuerte impacto en el negocio clandestino, cuyo crecimiento, en los últimos años, se ha realizado de forma potencial, dado al incremento del turismo, y, por tanto, del tráfico transfronterizo.

Existen sanciones aduaneras hacia aquellos que importen o exporten plantas o animales de forma ilegal. No obstante, el negocio de la clandestinidad ha encontrado numerosas vías para fomentar la venta de orquídeas cubanas en otros países. Esto ha conllevado a que diversas especies autóctonas de Cuba se encuentren adornando jardines y balcones extranjeros.

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