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Las aceras de La Rampa: una galería a cielo abierto

Aunque La Habana parece una ciudad de otra era, con sus grandes “almendrones” de los años 50 y su ambiente bohemio, cuando uno está en La Rampa del Vedado todo es movimiento.



Arteria habanera, hoy La Rampa es un lugar donde concurren edificaciones y áreas de uso público con inmenso valor arquitectónico e histórico, ejerciendo función de transición entre la barriada de Centro Habana, el Centro Histórico  y  La Habana moderna. 

Pero pocos visitantes reparan que al caminar sobre las aceras de La Rampa lo hacen sobre obras de arte. Precisamente, pisan sobre una galería al aire libre que expone en el suelo. ¿Pero cómo surgió esta idea y quiénes la ejecutaron?

En Octubre de 1963 se celebró en La Habana el VII Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos, el primero realizado en América  que reunió a más de 2 mil profesionales procedentes de 80 países y donde se discutieron los  problemas  arquitectónicos  del Tercer Mundo.

Por ese motivo, se realizaron un conjunto de acciones urbanas encaminadas a enriquecer la imagen de La Rampa. En este contexto se decidió la construcción del Pabellón Cuba y la cascada de 23 y Malecón. Todavía no existía la heladería Coppelia, pues la manzana que a partir de 1966 ocupó el famoso establecimiento, lo llenaba el Parque INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística y  el cabaret Nocturnal).

Entonces, surgió la idea de  remodelar las  aceras de La Rampa de una manera nunca antes vista: con la inclusión de mosaicos de importantes artistas cubanos. Muchos de los más prestigiosos arquitectos, ingenieros y artistas plásticos cubanos de esos años  participaron en el pionero trabajo:  Wifredo Lam, René Portocarrero, Hugo Consuegra, Mariano Rodríguez, Cundo Bermúdez y otros más hasta completar 15, aportaron sus originales obras al proyecto.

Pocos visitantes reparan que al caminar sobre las aceras de La Rampa lo hacen sobre obras de arte. -radiohabanacuba.com

Bajo la dirección de los arquitectos Fernando Salinas y Eduardo Rodríguez, los mosaicos artísticos de La Rampa fueron realizados en granito integral por la empresa cubana “ORNACEN”.

La imagen de los mosaicos se obtuvo con cemento coloreado con gravilla fina de mármol triturada y polvo de mármol sometido luego al pulimento. Láminas de bronce delimitan los mosaicos empotrados. Hoy se repiten desde la Calle J hasta la Calle Infanta y alcanzan la cifra de 180 mosaicos.

Lástima que, con el paso del tiempo, esta galería de arte a cielo abierto que invita a ser caminada se haya deteriorado en algunas zonas, pues constituye un patrimonio de esta ciudad mágica que vale la pena ser rescatado.

Por: Alejandra Angulo Alonso

Escrito por | Redacción TodoCuba

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