¿La ranita Cúcara o Ana Nora Calaza?

viernes, 23 de junio de 2017

De la televisión cubana de las décadas del 70 y el 80 del siglo XX quizás muchos recuerden a Tía Tata cuenta cuentos y a Amigo y sus amiguitos.  Ya en 1986 aparece Toqui, un año después El mago del cachumbambé, y finalmente llega a las pantallas Arcoiris Musical. Pero después de tanto tiempo, ¿qué podemos encontrar en común entre estos espacios?

Para encontrar una respuesta, nada más oportuno que otras preguntas del periodista Ernesto Eimil Reigosa, quien poco a poco, nos revela las pistas: “¿Has cantado Barquito de Papel junto a la simpática rana Cúcara? ¿Te has “arrancado un pelo de la barba” como el viejo mago Jotavich? ¿Has bailado con las guarachas del perro Totó en El Mago del Cachumbambé? ¿Te has reído con las aventuras animadas de Chuncha y su sobrino Paquito? Si has hecho alguna de estas cosas, entonces has escuchado, en esos programas infantiles, la inconfundible voz de una de nuestras más queridas actrices: Ana Nora Calaza”.

Pero lo que pocos saben es que esta mujer llegó al mundo del arte casi por casualidad, cuando solo tenía cuatro años y porque un tío suyo la llevó a un casting: allí actuó por primera vez. A partir de entonces comenzó a estudiar en la escuela de música Amadeo Roldán donde aprendió a tocar saxofón y un poco de guitarra. Además, entre sus compañeros de clase tuvo la suerte de contar con grandes figuras de la música cubana: Sara González, José María Vitier y Elpidio Chapotín.

Sin embargo, los títeres han sido su mayor tesoro, el trabajo que la recompensa y la llena de energía. Ana Nora Calaza ha disfrutado durante años el privilegio de trabajar para el público infantil y cuando le preguntan sus preferencias no duda ni un instante en hacer la confesión: entre tantos personajes prefiere a la ranita Cúcara.

“Es que Cúcara es mía completamente. Me explico: yo a Cúcara la animo, le hago la voz, le invento historias que cuento en los diferentes programas y espectáculos a los que voy con ella. Cúcara fue microbrigadista en el Período Especial, por eso le dieron una casa en Alamar. En cada bache de La Habana vive una prima suya, y cuando llueve hacen una fiesta en la que cantan y bailan. ¿Viste qué vida más animada tiene?”