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La Bodeguita del Medio
Gorupdebesanez /Wikimedia

La Bodeguita del Medio: Un excelente lugar para visitar

No puedes decir que conoces la Habana si no has tomado un mojito en La Bodeguita del Medio. Es el bar más famoso de la Habana y por lo tanto, de Cuba. Por sus salas han pasado cientos de personajes famosos, dejando cada uno de ellos su huella, normalmente en forma de fotografías y firmas que decoran todo el local.



A este lugar hay que entrar lápiz en mano, no porque se vaya a dibujar, pero nadie puede resistirse a la tentación, que ya es tradición, de perpetuar en sus paredes una huella gráfica. Ha sido refugio de poetas, escritores, músicos y artistas, quienes han caído bajo el encanto de la comida y de la especialidad de la casa: el mojito.

La Bodeguita del Medio es un lugar turístico por excelencia en La Habana
La Bodeguita del Medio es un lugar turístico por excelencia en La Habana. Fuente: Needpix.

Los inicios de la Bodeguita del Medio

En el año 1935 llega a La Habana, proveniente del municipio Vueltas, en Las Villas, el guajiro Ángel Martínez. Este joven de 31 años venía con los bolsillos vacíos, pero tenía la experiencia de quien ha ejercido de todo para sobrevivir. Incluso, ya había trabajado en su ciudad natal en una bodega, donde lo mismo vendía un par de zapatos que un litro de ron o un carretel de hilo.

Ya en la capital trabajó como bestia, lo mismo sembrando palmas en la Avenida del Puerto, como sereno en un parque o como dependiente de una bodega en la calle Aguacate de la Habana Vieja. Eso hasta que en 1942, con los ahorros que había acumulado, decidió hacerse de un negocio propio.

Compró un pequeño comercio, La Complaciente, en la calle Empedrado de La Habana Vieja. Se convertiría en Casa Martínez, donde se vendían productos típicos y se daban algunas comidas y la gente acudía con sus amigos. Ese local sería el embrión de la actual Bodeguita del Medio.

En esa misma cuadra, aparecería en 1948 una imprenta dirigida por Félix Ayón y el linotipista Luis Alonso, ambos contribuyeron grandemente al desarrollo de bar, ubicado a solo dos puertas de su negocio. No solo se gastaban su dinero, sino que atrajeron a un grupo de intelectuales que comenzó a darse cita cerca de la barroca Catedral de La Habana, en busca de la pequeña imprenta donde ubicaban sus libros e intercambiaban criterios.

Allí en esa pequeña bodega donde se expendían víveres para la alimentación cotidiana, iba naciendo entre costales de harina, latas de leche condensada, frijoles y arroz, un rincón cubanísimo.

Ubicada en la calle Empedrado, muy cerca de la Plaza de la Catedral, en La Habana Vieja, la legendaria fonda cubana fue fundada como una bodega que, a diferencia del resto, estaba a mitad de una calle. De esta manera, no se trataba de una bodega cualquiera, sino de la bodeguita que estaba en el medio de una calle, por lo que los vecinos la conocían como “la bodeguita del medio”. Así cuando el local pasó a ser restaurante, en el año 1948, su dueño decidió conservar el nombre con el que los clientes ya habían bautizado su negocio. El 26 de abril de 1950 se inaugura oficialmente la Bodeguita del Medio.

Sus primeros clientes, antes de que la Bodeguita fuera famosa, cuando solo se le conocía como Casa Martínez, confiesan que acudían allí buscando un lugar criollo. Un espacio donde comer chicharrones, tomar buen ron cubano y compartir con la sencillez de su gente. Así se fue formando la Bodeguita del Medio. Pero lo primero en este lugar siempre fue su comida, porque para tomarse solo un trago había otro local en la esquina.

Como todo bodeguero que se hace querer por los clientes y la gente del barrio, la amistad fue creando relaciones fraternas entre los que se reunían allí. Más tarde se pasó de un modesto plato para “picar algo” cuando se conversa en la barra a una comida casera que se honra de ser “buena y barata”. A ello había que sumar el ser bien recibido por los Martínez. Esta fue la razón de que fuera un lugar recomendado para disfrutar de un buen momento de gozo y de vida.

Lo que pocos saben es que originalmente solo se vendían chicharrones para acompañar los tragos, pero la comida que primero empezó a probarse era la que cocinaban los dueños para ellos mismos. Muchas veces Ángel Martínez se quedaba sin probar bocado porque la sazón de su esposa Armenia Quintero se había vuelto tan famosa, que muchos amigos pedían un poco, solo para saber con qué delicia complacería ese día la mujer a su esposo.

El primer gran almuerzo que se realizó fue para 20 personas, en el año 1949, y Armenia tuvo que pedir auxilio porque no se daba abasto para tantos comensales. A su llamado acudió la cocinera Silvia Torres, “La China”, una amiga de la familia y cuyo arte de cocinar convertiría en todo un éxito al negocio. Ya desde ese día la Bodeguita del Medio no ha parado de servir sus tradicionales platos de comida cubana: Arroz con frijoles negros, tasajos y masas de puerco frita.

Martínez fue todo un genio de la gastronomía, aunque la comida que se servía en La Bodeguita no la inventó él, pero si supo imponerla como preferida por sus visitantes. Además, supo rescatar el mojito, no inventarlo como algunos piensan, pero si lo rescató y lo puso en boga. Según sus propias palabras: “como en La Bodeguita todas las cosas son cubanas, tanto la comida como la música, quise traer el mojito porque era un trago muy antiguo en Cuba”.

Las paredes de la Bodeguita del Medio están llenas de las firmas de sus visitantes

Las paredes de la Bodeguita del Medio están llenas de las firmas de sus visitantes. Fuente: David González Romero / Flickr (CC BY-SA 2.0).

La Bodeguita del Medio y sus famosos visitantes

La Bodeguita del Medio es un restaurante típico cubano, uno de los lugares de interés turístico y de visita obligada de La Habana Vieja, por donde han pasado incontables visitantes. Desde célebres escritores y artistas como Ernest Hemingway, hasta importantes políticos como Salvador Allende. Un buen día, a uno de los asiduos visitantes al lugar, el periodista Leandro García, se le ocurrió poner su nombre en una de las paredes de La Bodeguita del Medio y posteriormente otras destacadas personalidades imitaron ese gesto. Fue así como las paredes del restaurante fueron llenándose de rúbricas de diversos tamaños y variedad caligráfica.

Después de 1959, la Bodeguita del Medio fue cerrada en medio de una ofensiva revolucionaria y sus paredes pintadas, por lo que se perdieron las firmas originales que las personas estampaban en ellas. También se perdieron algunas de las fotografías que allí colgaban. Gracias a Salvador Allende, quien fuera años más tarde presidente de Chile, se reabrió el local. Por algunas fotos recuperadas, y por otras donadas, se pudo reconstruir el ambiente de su época, y dibujar las firmas perdidas.

Con una marcada huella entre cultura, tradición culinaria y celebridades, este local de rústicas mesas atesora en sus paredes más de dos millones de firmas. Ernest Hemingway escribió en inglés en una de las paredes de La Bodeguita del Medio: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita” es decir «Mi mojito en La Bodeguita y mi daiquirí en el Floridita».

Entre las múltiples firmas de destacadas personalidades aparecen las de los cubanos Nicolás Guillen, Lezama Lima, Compay Segundo, Pérez Prado, Elena Burke, Benny More, Wilfredo Lam, Ignacio Villa (Bola de Nieve) y las de personalidades internacionales como Gabriela Mistral, Agustín Lara, Pablo Neruda, Ernest Hemingway, Carlos Mastronardi, Salvador Allende, Errol Flyn, Pablo Neruda, Brigitte Bardot, Gabriel García Márquez, Nat King Cole, Muhammad Ali y Ava Gadner. La lista sería realmente casi interminable. Pero si quiere conocer de su popularidad no tiene que preguntar, basta con mirar las paredes llenas de firmas y dedicatorias que atraen cada día a nuevos comensales que, asombrados, leen esa piel infinita que aguarda por un nuevo recuerdo para no olvidar que usted estuvo ahí.

En la lista de nombres que se fueron sumando al lugar hay que nombrar un habitual, de hecho muchos de sus versos aun adornan las paredes del local. Es el poeta cubano Nicolás Guillén, quien por su admiración al sitio escribió el siguiente soneto:

“La Bodeguita es ya la bodegona,

Que en triunfo al aire su estandarte agita,

Mas sea bodegona o bodeguita

La Habana de ella con razón blasona.

Hartase bien allí quien bien abona

Plata, guano, parné, pastora, guita,

Mas si no tiene un kilo y de hambre grita

No faltará cuidado a su persona.

La copa en alto, mientras Puebla entona

Su canción, y Martínez precipita

Marejadas de añejo, de otra zona

Brindo porque la historia se repita,

Y porque lo que es ya la bodegona

Nunca deje de ser La Bodeguita.”

Otro de los famosos versos que se le dedicaron al lugar resalta su gastronomía y dice:

“De la yuca, el casabe,

Del lechón, el chicharrón;

Tesoro de satisfacción

Que solo el cubano sabe.

Arroz, frijoles, tostón,

Boniatillos y tamales,

Al criollo bien le sabe,

De cerveza una nave.”

La Bodeguita del Medio y su símbolo por excelencia: El Mojito

En La Bodeguita del Medio se sirve el mojito más famoso del mundo. Y sus hacedores los preparan en filas de veinte vasos. Sin dudas, se trata de uno de los cocteles más populares de Cuba, parte de su identidad y uno de los elementos que ha hecho famosa a esta isla en el mundo entero. Cuentan que se preparó por primera vez en un bar llamado La Concha, en el municipio habanero de Playa. Pero la Bodeguita del Medio ha sido, sin discusión, su casa por excelencia. El Mojito, lejos de ser un coctel sencillo y simple, es un coctel que lleva 10 pasos.

Ingredientes del Mojito a la Bodeguita del Medio en un vaso de 8 onzas

  • Dos ramas de yerba buena o menta.
  • Una cucharadita de azúcar
  • La tapa de un limón mediano
  • 1 1/2 onza de Ron Havana Club
  • Soda
  • Hielo en cubitos.
  • Una o dos gotas de Angostura

Preparación del Mojito a la Bodeguita del Medio en un vaso de 8 onzas

En el vaso agregar una cucharadita de limón, el zumo de medio limón recién cortado y de una ramita de yerba buena la parte que tenga el tallito. Macerar todos los ingredientes en el vaso. Esto se debe hacer con un poco de agua mineral para que toda la mezcla se llene de sabor. Después agregar los cubos de hielo, la 1 ½ de ron, se completa con agua soda, las gotas de angostura y una ramita más de yerba buena.

Los mojitos se preparan por docena
Los mojitos se preparan por docena. Fuente: Rosino / Flickr (CC BY-SA 2.0).

La vida de una Bodeguita que se llena de hermanas por el mundo

Dicen quienes la visitan que es uno de los lugares más cubanos de la ciudad. No obstante, su popularidad ha sido tal que tiene ya varias copias en el país y en todo el mundo. La Bodeguita del Medio es sin dudas un excelente lugar para degustar una buena comida criolla, y a la vez, un sitio de obligada referencia cuando de Cuba se trata. Arroz blanco, frijoles negros, pierna de cerdo, yuca con mojo, masas de puerco, pierna de puerco asada en su jugo, chicharrones Congrí, carne de cerdo, tostones (frituras de plátano verde) y otras variedades de la cocina cubana componen el menú de un lugar que el pasado 26 de abril celebró su 70 aniversario, ahora multiplicada por tres franquicias en Cuba y 10 distribuidas en el mundo.

El emblemático restaurante-bar ha sido replicado en Cuba en Varadero y Trinidad. A esas filiales se suma Holguín, como parte de las obras ejecutadas en torno a la 37 Feria Internacional de Turismo. Allende los mares, tiene 10 franquicias oficiales en otros cinco países: Costa Rica (San José), Argentina (Buenos Aires), Hungría (Budapest), República Checa (Praga) y seis en México –Colonia Roma (D.F.), Puerto Vallarta, Guadalajara, Playa del Carmen, Villa Hermosa (Tabasco) y León (Guanajuato).

La historia de La Bodeguita del Medio es una historia contada por todos. Una historia de siete décadas llena de saludos, despedidas, de risas y voces que han pasado por Cuba. Es imposible imaginar que alguien haya visitado la Isla y no haya atravesado ese umbral, degustado ese mojito, que solo es perfecto allí. Sobre todo, no existe alguien que haya pisado ese suelo sin haber dejado su marca en sus paredes.

Quien entra en la Bodeguita de Medio, ya sea un artista, famoso, o un simple turista curioso, es cautivado por su ambiente típico cubano. Su gastronomía, sus tabacos, sus cocteles y su música encantan al visitante. Dicen que allí se escucha la música del amor y los ritmos de los trovadores que representan el alma de la música cubana tradicional. Tanto es así que parece ser que en la década de los 50, cuando Ángel Martínez hizo instalar una máquina de discos en la Bodeguita, un cliente furioso arremetió contra ella dos días más tarde y jamás sonó allí otra música que no fuera en vivo.

En la Bodeguita del Medio solo se escucha música en vivo
En la Bodeguita del Medio solo se escucha música en vivo. Fuente: Bryan Ledgard / Flickr (CC BY-SA 2.0).

La historia de su famoso cartel: “Cargue con su pesao”

En la Bodeguita del Medio todo siempre ha nacido de la espontaneidad. Cargue con su pesao era una frase que se usaba en Cuba en ciertas situaciones. Pero en la Bodeguita surgió de la suerte de vecinos que tuvieron en la imprenta de al lado. Félix Ayón había acabado de imprimir un libro que era toda una joya, con un diseño genial. Se lo llevó a la Bodeguita para enseñárselo a los visitantes. Todos quedaron admirando el trabajo finalizado y en eso entró un cliente que era periodista y crítico de arte. Pero el hombre a veces tomaba más de la cuenta.

Al llegar al bar ya venía con unos tragos de más. Cuando el libro de muestra llegó a sus manos lo encontró tan bueno que quiso quedarse con ese ejemplar. El impresor le comentó que no podía ser, que ni siquiera el autor había visto aquella copia ni dado su autorización. El periodista siguió insistiendo llegando a ser un poco molesto. Félix Ayón tomó el pasillo de salida con el libro debajo de su brazo. El hombre decidido a quedarse con la copia le siguió detrás. Entonces uno de los habituales clientes, en modo de burla, le grito desde el centro del salón: “Felito, carga con tu pesao”.

A modo de despedida pero no de fin

La Bodeguita del Medio atrae no solo por sus tragos, sino también por su historia. Es que fue ese el centro de reunión de grandes hombres de la cultura mundial. Presencias que no sólo quedaron grabadas en la memoria sino también en los muros del establecimiento. Es allí donde lucen orgullosas las fotografías, las frases firmadas o algunos objetos que estos personajes dejaron tras su paso por La Bodeguita.

Sumado a ello está el recuerdo de los miles y miles de visitantes que también quieren inmortalizar su visita al lugar dejando sus firmas en las paredes. Paredes que ya casi no tienen espacio para que se siga escribiendo sobre ellas. Muchos dirán que se no se conoció La Habana si no se estuvo en La Bodeguita del Medio. Quizás tengan razón.

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Escrito por | Redacción TodoCuba

Fuente: EcuRed / Archivo TodoCuba

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