Jardines de la Reina: paraíso submarino

domingo, 28 de julio de 2019

Justo frente a la costa meridional de la isla de Cuba se encuentra el Grupo Insular Jardines de la Reina.

Este grupo se extiende a lo largo de más de 350 km.

Aunque no es tan grande como los Jardines del Rey, en este paraíso terrenal y marítimo podrás encontrar más de 660 cayos y cayuelos en su totalidad.

Comienza a extenderse desde el Golfo de Guacanayabo y culmina con la cayería del Laberinto de las Doce Leguas.

La mayoría de los islotes, cayos y cayuelos se han formado por la desembocadura de los ríos en el mar que rodea la Isla.

De esta manera, la visita a estos parajes te permitirá apreciar cómo los innumerables depósitos de los ríos han creado lodazales y manglares.

El arrastre de las cuencas de los ríos es trasladado en una buena parte por las corrientes marinas.

Estas son las encargadas de crear el relieve submarino que aparecerá después cerca de los arrecifes.

Pero el verdadero tesoro de este lugar no lo encontrarás en el arrastre de ríos como El Cauto.

Tampoco son sus cayerías virginales de hermosas playas como la cayería de Sevilla o la de Ana María.

Ni los ya conocidos cayos de bellos paisajes como Cayo Largo o Cayo Grande.

La mayor joya de este sitio la encontrarás si te sumerges solo unos metros debajo del mar.

El escenario submarino aparecerá ante tus ojos.

Te revelará innumerables reservas de fauna y flora subacuática.

Te mostrará complicadas estructuras de las barreras coralinas que se encuentran a lo largo de todo este grupo insular.

El Banco de Buena Esperanza, la cayería del Golfo de Guacanayabo, y casi todos los restantes cayos resguardan muy cercanos a sus costas estas maravillas submarinas.

Solo si te atreves al reto de sumergirte tendrás el placer y el privilegio de apreciarlos. 

Y si te atreves aún más, podrás asomarte al borde de la plataforma insular marítima.

Al concluir el Laberinto de las Doce Leguas, como una muralla gigantesca debajo del mar, encontrarás dicha plataforma.

Después de ella las profundidades pueden variar entre 3 metros y más de 1 000, llegando incluso hasta los 3 500.