Pinar del Río y las inconformidades de su Escudo

martes, 18 de junio de 2019

En agosto de 1916, siendo ministro en Washington Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, escribió al gobernador de Pinar del Río con el propósito de que fuera enviado un modelo oficial del escudo de armas de la provincia.

El cual debía figurar en la casa que se construía para la sede diplomática en Washington.

Y donde se colocarían los escudos oficiales representativos del resto de las provincias de la Isla.

Esta petición por parte de Céspedes fue reiterada varias veces ya que no recibía respuesta del gobierno de la provincia.

Y la construcción del edificio se había detenido por la falta de este escudo y el de Matanzas.

El pedido se concretó cuando el Consejo Provincial en la sesión del 19 de septiembre de 1917.

Bajo la presidencia de Matías de la Fuente y Díaz y la asistencia de los consejeros se acordó designar a un grupo de ellos para que representaran al Consejo un modelo del escudo.

En la sesión del día 20 de septiembre fue representado un modelo del escudo y se acordó que su autor, señor Gregorio Díaz (profesor de pintura del Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río) hiciera una copia grande del mismo.

En el mes de noviembre de ese año se hizo llegar al ministro Céspedes una fotografía con la descripción, figura y colores del  escudo de la provincia Pinar del Río.

Así se mantuvo durante una etapa porque luego el Consejo Provincial se reúne el 16 de julio de 1927.

Y bajo la presidencia del señor Filiberto Azcuy Pérez.

Se decide modificar el escudo ya que se había planteado que este no respondía a los cánones heráldicos.

El consejo acepta por unanimidad adecuar el escudo.

A partir de un croquis confeccionado por Esteban Valderrama de la Peña (profesor de pintura y escultura de la Universidad de San Alejandro).

Asesorado por el doctor Emeterio Santovenia y Echaide, culto miembro de la academia de Historia.

Quien más tarde fue designado para analizar el informe del pintor Luis Lamarque que criticaba el escudo hecho por Valderrama.

Aun así, al escudo se le hicieron solo algunos cambios y en esencia, quedó el mismo.