Habanos Montecristo: suavidad y tradición

sábado, 15 de agosto de 2020

Cada marca de habano cubano tiene algo especial, algo que hace que a los amantes del habano los elijan por encima de cualquier otra marca, bien sea que escojan por su aroma entre las variedades de tabacos en Cuba o por la tradición de cada una de ellas. De cualquier forma, estarán eligiendo solo lo mejor en cigarros, ya que, sin duda, no hay nada como un buen puro elaborado en la bella isla que es Cuba. Este es el caso de los Habanos Montecristo.

Algo de historia del habano Montecristo

El nombre de Montecristo tiene una historia muy interesante, y esta trata de que los habaneros del siglo XIX eran, además de artesanos del tabaco, buenos lectores. Les gustaba entretenerse leyendo una buena obra de la literatura.

Para esa época, específicamente el año de 1846, salió al público una noticia acerca de una obra literaria que le había dado la vuelta al mundo. Esta llevaba el nombre de El Conde de Montecristo y había sido escrita por Alejandro Dumas.

De allí se dice que unos comerciantes se dieron cuenta del impacto que esta novela había causado, por lo que decidieron aprovechar para ponerle ese nombres a dos marcas de habanos: una llevaba la denominación de El Conde de Montecristo, que la registró en Matanzas el mismo José Martí, y la otra marca era Montecristo, que fue registrada en la Habana por José Valdés.

Ese es el origen de los Habanos Montecristo. Esas fueron las marcas de habano más antiguas que hubiera en Cuba, pero no se tienen mucho que ver con la marca actual de habanos Montecristo, ya que esta fue creada en el año de 1935.

Estos habanos actuales se originan por una iniciativa de las familias Menéndez y García querían crear puros que fueran de excelente calidad. Ellas que querían tener una marca de habano que pudiera abrirse mercado a nivel internacional, y tomaron el nombre de Montecristo.

Rápidamente la marca fue adquiriendo renombre. Tanto fue el éxito que tuvo, que cuando se hablaba de Montecristo se asociaba con un tabaco de calidad. Ya para 1939 era una de las marcas con mayor producción de habanos en Cuba.

Montecristo: un habano de calidad

La calidad de los habanos Montecristo se debe a que estos están hechos con cuatro de las mejores variedades de distintas hojas de tabaco. Además, el diseño de la caja es único, ya que en su emblema se encuentran dos espadas cruzadas con una flor de lis situada justo en el medio de ambas, y luego se forma un triángulo con las mismas espadas. Esto recuerda a la firma referencial del Conde de Montecristo.

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