Vivir en un pasado lejano: El placer de caminar la calle Teniente Rey

viernes, 14 de junio de 2019

Con una arquitectura recta, estrecha, y una deslumbrante conservación de la estética del periodo colonial español, está en La Habana Vieja la calle Brasil, popularmente denominada Teniente Rey.

Teniente Rey nace en la calle Oficios, exactamente frente al segundo claustro del antiguo Convento Iglesia de San Francisco de Asís.

Y  muere frente al Capitolio de La Habana, en la calle Prado.

Es intersectada por otras vías de igual interés histórico y cultural como Mercaderes, San Ignacio, Cuba, Aguiar, Habana, Compostela, Aguacate, Villegas, Bernaza, Egido y Zulueta.

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La calle Teniente Rey debe su nombre a el conocido teniente del aquel entonces Félix del Rey, en el año 1781.

Dicho cargo existió desde el año 1715, y era el similar a lo que sería un cabo subalterno, en ausencia del Excelentísimo Gobernador y Capitán General.

Como ocurre con otras arterias de la parte más antigua de la ciudad capital, el nombre de Teniente Rey prevaleció.

Pero, éste no fue el único con el que la calle fue llamada.

Por el Convento de las Carmelitas ubicado en Teniente Rey y Compostela, la arteria se llamó del Barranco y de Santa Teresa.

También, el tramo comprendido entre Oficios y Mercaderes, se llamó San Salvador de Orta, a causa de la capilla que existía con ese nombre, casi frente al Convento que inicia la calle.

Su nombre oficial es República de Brasil, pero la costumbre popular la ha hecho que prevalezca esta otra designación.

A lo largo de Teniente Rey existen varias edificaciones de interés histórico y cultural como es el caso del antiguo Convento e Iglesia de San Francisco de Asís.

El edificio es una joya arquitectónica con columnas rematadas con motivos barroco.

También sobresale el antiguo Mercado de Cristina, hoy Plaza Vieja. L

as construcciones que rodean el lugar son de estilo ecléctico; la mayoría de las primeras décadas del pasado siglo XX.

La calle acoge, además, al centro de las Artes Visuales. Inmueble colonial de carpintería barroca.

El Museo de la Farmacia Habanera forma parte de las construcciones de esta calle.

Hacia 1886, el sitio era uno de los más elegantes y prestigiosos de La Habana, llegando a considerarse la segunda farmacia más importante del mundo y la primera en Cuba.