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Esta fue la primera mujer que condujo un automóvil en Cuba

Mucho se ha dicho acerca de la Macorina: aquella mujer que en las calurosas tardes de La Habana recorría el paseo del Malecón en su convertible rojo, dejando atónito y desconcertado a todo aquel que se cruzase en su camino. No era para menos, pues se trataba de la primera mujer en Cuba que obtuvo su licencia de conducir.



En aquellos tiempos, una autorización para manejar tenía la misma importancia que un diploma de graduado universitario. De hecho, no eran denominados como en la actualidad, sino que poseían el nombre de “título”.

La Macorina, que en la década del veinte del siglo pasado representó un escándalo para la sociedad cubana, se llamaba, según muchos afirman, María Calvo Nodarse. De origen humilde, esta mujer nació en Guanajay, en el año 1892, y huyó a La Habana con su entonces pareja, a la edad de quince años, en busca de alguna casualidad o predestinación que la convirtiese en acreedora de fama.

Por supuesto, el desdichado novio que sirvió como palanca para llegar a la capital, no duró mucho a su lado, pues fue sustituido cuando la situación de ambos era paupérrima.

En aquellos tiempos, una autorización para manejar tenía la misma importancia que un diploma de graduado universitario.-macorina.com

Sin perder de vista su objetivo, la Macorina hizo pleno uso de sus facultades físicas y convirtió en su amante al mismísimo José Miguel Gómez: Presidente de la República por aquel entonces. Con el transcurso del tiempo, el nombre de María Calvo- aún no recibía el apodo con el que quedó plasmada en la historia- resonaba cada vez más en los rumores que se esparcían en la ciudad.

Se cuenta que llegó a poseer cuatro mansiones en La Habana, incontables vehículos e, incluso, caballos de carrera.

Al convertirse en la primera mujer en Cuba que condujese un automóvil, causó un estrépito en la élite habanera, y sus paseos vespertinos llegaron a convertirse en sucesos esperados por aquellos que frecuentaban los cafés de la calle Prado. Como casi todos los sobrenombres, “la Macorina” surgió como una casualidad, vociferada por un admirador ebrio que la veía pasar.

Tras la muerte de José Miguel Gómez, fue pereciendo también la dicha de esta mujer, que falleció el 15 de junio de 1977, sola y sin posesiones. De esa forma terminaba la historia de aquella revolucionaria fémina que causó escándalo en La Habana de los años veinte: nuestra primera chofer.

Por: Talía Jiménez Romero

Escrito por | Redacción TodoCuba

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